La Comisión Europea endurece su tono en respuesta a la nueva ley ucraniana que debilita la independencia de dos agencias anticorrupción. Bruselas alerta de que la nueva ley, que somete a la NABU y la SAPO al control del fiscal general, compromete la independencia judicial y debilita la lucha
Ursula von der Leyen ha llamado a Volodímir Zelenski para expresarle su "honda preocupación" y exigirle "explicaciones" sobre una nueva ley que debilita la independencia de dos de los organismos anticorrupción de Ucrania: la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU) y la Fiscalía Especializada Anticorrupción (SAPO).
Según la legislación, aprobada por el Parlamento ucraniano el martes y firmada por Zelenski horas después, las dos agencias pasan a estar bajo la supervisión directa del fiscal general, que es un cargo de designación política. El fiscal general podrá seleccionar los casos de los que se ocupen la NABU y la SAPO y reasignarlos a otras entidades estatales, lo que, según los críticos, podría otorgar al Ejecutivo el poder de influir en las investigaciones, sobre todo en las de alto perfil.
"La presidenta Von der Leyen expresó su profunda preocupación por las consecuencias de las enmiendas y pidió explicaciones al Gobierno ucraniano", declaró el miércoles un portavoz de la Comisión. "El respeto del Estado de Derecho y la lucha contra la corrupción son elementos centrales de la Unión Europea. Como país candidato, se espera que Ucrania respete plenamente estas normas. No puede haber compromiso".
Primera crítica de la Comisión Europea a Zelenski desde el inicio de la invasión
La intervención directa de la presidenta de la Comisión Europea representa una nueva escalada en el inesperado enfrentamiento entre Bruselas y Kiev. Es la primera vez desde el inicio de la invasión a gran escala de Rusia que el Ejecutivo expresa una crítica tan explícita contra el Gobierno de Zelenski.
El martes, Marta Kos, comisaria europea de Ampliación, expresó su enérgica desaprobación en un intento de disuadir a Kiev de seguir adelante con el controvertido proyecto de ley, que se abrió paso en el Parlamento a una velocidad que pareció coger desprevenida a Bruselas.
"Estamos muy preocupados por la adopción de las enmiendas al Código Penal en Ucrania. Corren el riesgo de debilitar fuertemente las competencias y poderes de las instituciones anticorrupción de Ucrania", prosiguió el portavoz.
"Ambas instituciones, la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU, por sus siglas en inglés) y la Fiscalía Especializada Anticorrupción (SAPO, por sus siglas en inglés) están ampliamente consideradas como piedras angulares del Estado de derecho de Ucrania. Estas instituciones son cruciales para el programa de reformas de Ucrania y deben funcionar con independencia para luchar contra la corrupción y mantener la confianza de los ciudadanos".
La lucha contra la corrupción es fundamental para las ambiciones de Ucrania de ingresar en la Unión Europea y se considera fundamental para atraer capital privado para su reconstrucción. En su discurso vespertino, Zelenski trató de responder a las crecientes críticas. "La infraestructura anticorrupción funcionará, pero sin la influencia rusa: hay que limpiarla de eso. Y debe haber más justicia", dijo Zelenski, refiriéndose a las recientes redadas en las oficinas de la NABU por acusaciones de espionaje ruso.
"Es importante que el Fiscal General esté decidido a garantizar que en Ucrania se garantice realmente la inevitabilidad del castigo para quienes van contra la ley. Esto es lo que Ucrania realmente necesita".