Los controles fronterizos con Alemania y Lituania, introducidos el 7 de julio en Polonia, se han ampliado hasta el 4 de octubre.
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"El viernes se publicó el reglamento correspondiente, que se envió para su notificación a la Comisión Europea", anunció el domingo el ministro de Interior y Administración, Marcin Kierwiński.
El titular de Interior se refirió a la situación durante una reunión informativa con voivodas y jefes de servicios. "La hermeticidad del 98% de nuestra barrera está provocando que los servicios bielorrusos, los servicios rusos y la migración ilegal se desplacen a otras secciones", dijo.
"Hoy, la cuestión básica, no sólo para nosotros, sino para nuestros socios de la Unión Europea, es cerrar, si se me permite usar tal palabra, la ruta que se ha desplazado a Lituania y Letonia", añadió.
Desde 2023. Alemania ha tenido controles en sus fronteras con Polonia y la República Checa en respuesta a la inmigración ilegal. El año pasado ampliaron estos controles a todas sus fronteras. "En septiembre decidiremos cuáles serán los próximos pasos en este sentido basándonos en los datos de la Guardia de Fronteras, los militares y la policía", transmitió.
En Lituania se están llevando a cabo controles en 13 lugares, incluidos tres pasos fronterizos. Los 10 puestos fronterizos restantes serán "puestos de control ad hoc", que podrán ser utilizados por los residentes locales.
En Alemania, los controles fronterizos se llevan a cabo en 52 lugares. La decisión de mantener los controles en las fronteras interiores de Schengen sigue socavando el principio de la UE de libre circulación de personas.
Sin embargo, los países Schengen están autorizados a introducir controles fronterizos en lo que consideran situaciones de "emergencia", como ocurrió durante la pandemia COVID-19, o como "último recurso" ante amenazas a la seguridad.