Mientras Europa debate cómo reforzar su defensa ante la guerra en Ucrania y la amenaza rusa, Finlandia aplica un modelo único: una estrategia nacional que involucra a ciudadanos, empresas, hogares y al Ejército para garantizar la seguridad del país y mantener su capacidad de resistencia.
La Defensa se ha convertido en uno de los temas más candentes en Europa: desde las violaciones del espacio aéreo en países de la Unión Europea hasta el temor de que la guerra en Ucrania se extienda más allá de sus fronteras. Cómo protegerse y cuánto invertir en Defensa son cuestiones que hoy dividen a gobiernos y a la opinión pública en el Viejo Continente.
Los países harían bien en seguir el ejemplo de Finlandia, que ha adoptado una política de defensa integral en la que participan los sectores público y privado, las ONG, el Gobierno, los hogares y el Ejército. Juntos están preparados para defender a Finlandia, que hace poco entró como miembro de la OTAN, en caso de ataque.
El concepto de repartir la responsabilidad de la Defensa entre todos los niveles de la sociedad busca garantizar que las funciones vitales del Estado puedan seguir operando incluso en las peores circunstancias.
"Nuestra Defensa nacional, y la capacidad de actuar por nuestra cuenta en cualquier situación, es nuestra herramienta número uno", afirmó el ministro de Defensa de Finlandia, Antti Häkkänen, en una mesa redonda celebrada en Helsinki.
La historia del país también ha marcado este modelo. En 1939, la Unión Soviética invadió Finlandia: conquistó parte de su territorio, pero no logró ocuparlo por completo. Hoy, Finlandia comparte una frontera de 1.350 kilómetros con Rusia, la más extensa de toda la OTAN.
Mientras Europa intenta reforzar sus defensas frente a nuevas amenazas híbridas, Finlandia lleva décadas preparándose para la guerra.
Capacidades de defensa
Finlandia tiene un sistema de servicio militar obligatorio en el que todos los hombres a partir de los 18 años deben servir durante 165, 255 o 347 días, dependiendo de su función. Las mujeres pueden alistarse voluntariamente para servir.
A diferencia de la mayoría de los países europeos, Finlandia nunca ha suspendido el servicio militar obligatorio en tiempos de paz, y los expertos militares creen que conservarlo ha sido un factor esencial para que los jóvenes finlandeses comprendan plenamente la teoría que subyace al modelo de defensa.
En la guarnición de entrenamiento del Ejército de Santahamina, los reclutas Väyrynen y Holmström, que prefirieron dar solo su nombre de pila, dijeron que habían considerado la posibilidad de presentarse como voluntarios en una misión de combate o de mantenimiento de la paz para proteger a su país en caso de que fuera atacado.
También señalaron que estarían dispuestos a unirse a una misión para defender el territorio de la OTAN o participar en la llamada Coalición de Voluntarios en Ucrania, un grupo de 33 países comprometidos a reforzar el apoyo a Kiev frente a la agresión rusa.
"Si estallara una nueva guerra, al menos me lo pensaría", dijo Väyrynen. "Podría unirme, sobre todo si se tratara de algo que ayudara a mantener la paz aquí, la de nuestro pueblo y la de otros países de la OTAN", añadió.
Holmström, por su parte, añadió: "Aún no he terminado el servicio militar obligatorio, así que no sé si iría a Ucrania. Pero si hubiera una guerra que, en mi opinión, contribuyera a la paz en Europa y, especialmente, en Finlandia, entonces, si fuera necesario y me llamaran, iría".
A cubierto
En caso de emergencia, Finlandia cuenta con una red de más de 50.000 refugios subterráneos, capaces de albergar a toda su población —unos 5,6 millones de habitantes.
Solo en la capital, Helsinki, con 700.000 personas, se han previsto refugios para 900.000. Están repartidos por toda la ciudad: bajo centros empresariales, centros comerciales, barrios residenciales e incluso en la red del metro.
"Hemos entendido siempre que debemos proteger a nuestros ciudadanos, a los civiles. Está en nuestro ADN", explica Tomi Rask, instructor de protección civil, desde el refugio de Merihaka, en el centro de Helsinki. "Pero el interés público por nuestro sistema de protección civil se ha disparado", añade.
También los hogares tienen su papel. Cada familia finlandesa debe mantener un kit de emergencia —con alimentos, combustible y agua— suficiente para 72 horas, en caso de ataque o crisis grave.
El plazo de 72 horas permite dar prioridad a la ayuda y asistencia a las personas especialmente vulnerables o en peligro. También da a los organismos estatales un margen suficiente para concentrarse en investigar y responder al delito.
La Asociación Martha es una ONG que ayuda a las comunidades enseñándoles a prepararse y sobrevivir en caso de emergencia. "Nos acercamos a la gente para intentar ayudarles a cuidar de sus hogares de la mejor manera posible, para que en una situación de crisis puedan sobrevivir los tres primeros días y depender de sí mismos", explicó Terhi Lindqvist, de la Asociación Martha.
"También crea resiliencia en una sociedad, si te entrenas para estar preparado para cuidar de ti mismo durante 72 horas".