A principios del próximo año, Oliver Blume se concentrará plenamente en Volkswagen ante las críticas de los accionistas por su doble papel como CEO.
El director de Volkswagen y Porsche, Oliver Blume, pasará a encargarse a partir del año que viene solamente de esta primera filial, renunciando así a su cargo de CEO de Porsche, una conocida marca de deportivos.
Según la empresa, el antiguo jefe de McLaren, Michael Leiters, es un posible sucesor. Leiters, doctor en ingeniería mecánica, ya trabajó para Porsche durante 13 años y también ocupó puestos directivos en Ferrari antes de pasar a McLaren. El Consejo de Supervisión aún tiene que dar su aprobación oficial.
Desde hace algún tiempo se especulaba con la posibilidad de que Blume se retirara de Porsche, con sede en Stuttgart. Su doble cargo de CEO en Porsche y del Grupo Volkswagen se consideraba polémico en el sector. Los accionistas le criticaron repetidamente no solamente por su carga de trabajo, sino también por posibles conflictos de intereses.
Hendrik Schmidt, del fondo DWS, criticó el hecho de que Porsche y Volkswagen fueran las únicas empresas cotizadas en Alemania que tuvieran un "CEO a tiempo parcial". Blume rechazó las críticas y defendió hasta el final su doble papel. Este recibió en su momento el respaldo de las influyentes familias Porsche y Piëch, que poseen la mayoría de los derechos de voto del Grupo Volkswagen.
Sin embargo, ya en verano se rumoreaba que se había iniciado la búsqueda de un sucesor para el puesto de Blume. El Comité Ejecutivo de Porsche ha declarado ahora que Blume continuará en su puesto en la marca alemana de automóviles.