El informe de un legislador de la Europa de las Naciones Soberanas recomienda distintas vías para mejorar la soberanía tecnológica de la UE.
Según un informe del Parlamento Europeo sobre soberanía tecnológica elaborado por una diputada francesa de extrema derecha, el sistema de certificación en la nube que las empresas europeas utilizarán para demostrar que sus sistemas digitales están adecuadamente protegidos en materia de ciberseguridad para el mercado de la UE debería reflejar el sistema similar de Francia.
"Cuando se trata de datos sensibles, debería introducirse un criterio europeo de ciberseguridad que tenga en cuenta la soberanía", según el informe, visto por 'Euronews', que fue presentado a iniciativa de la eurodiputada Sarah Knafo, perteneciente al grupo Europa de las Naciones Soberanas (ESN). Según Knafo, el actual Sistema Europeo de Certificación de Ciberseguridad para Servicios en la Nube (EUCS, por sus siglas en inglés) no ofrece suficientes garantías sobre el alojamiento de datos sensibles europeos.
"Para garantizar que el proveedor de alojamiento no está sujeto a legislación no europea, la certificación EUCS tendría que alinearse con las garantías exigidas por la certificación francesa SecNumCloud en cuanto a los criterios de 'inmunidad' de los datos frente a leyes extraterritoriales y control de la empresa", dice el informe.
Las discusiones a nivel de la UE en torno al sistema voluntario de certificación de ciberseguridad se convirtieron en un enfrentamiento político sobre los requisitos de soberanía después de que la Comisión pidiera a la agencia de ciberseguridad de la UE, Enisa, que empezara a trabajar en EUCS en 2019. Francia ha liderado la resistencia a la propuesta y quiere estar segura de que podrá seguir utilizando SecNum Cloud tras la adopción de EUCS.
La decisión sobre EUCS ha estado pendiente sin un calendario claro de cuándo podría avanzar. Algunos creen que la Comisión quiere aplazar la revisión del proceso EUCS hasta que se haya revisado la Ley de Ciberseguridad (CSA), el reglamento relacionado en el que se enmarcará el EUCS. La CSA, que entró en vigor en 2019, debía revisarse el año pasado, pero aún no se ha hecho.
Cordón sanitario
El informe está ahora a la espera de una decisión de comisión, en la comisión de Industria, Investigación y Energía (ITRE) del Parlamento, antes de que se vote en el pleno, después del verano. Queda por ver cómo será recibido el informe. El grupo ESN de Knafo se enfrenta a un "cordón sanitario" por parte de los grupos políticos más mayoritarios. Knafo cita seis recomendaciones para abordar la cuestión de la soberanía tecnológica y aspirar a garantizar la independencia y seguridad del bloque protegiendo sus infraestructuras estratégicas y reduciendo la dependencia de proveedores tecnológicos no europeos.
Entre ellas se incluye un llamamiento a fomentar más la inversión privada en empresas tecnológicas europeas de alto potencial simplificando el marco regulador y suprimiendo dos reglamentos por cada nuevo conjunto de normas creadas en sectores estratégicos.