La medida llega días antes de una reunión de alto nivel en la Asamblea General de las Naciones Unidas que se centrará en las enfermedades crónicas. Según la Organización Mundial de la Salud, los gigantes del tabaco y el alcohol, así como algunas empresas alimentarias, ejercen una "intensa presión".
La Organización Mundial de la Salud (OMS) acusó a las empresas tabacaleras, alcoholeras y de alimentos ultraprocesados de ejercer una "intensa presión" para impedir que los países apliquen políticas destinadas a mejorar la salud de la población.
En un comunicado difundido el jueves, la OMS afirmó que estas "poderosas industrias" intentan regularmente "bloquear, debilitar o retrasar" los aumentos de impuestos, las restricciones a la comercialización dirigida a los jóvenes y otras reformas sanitarias "que salvan vidas".
"Es inaceptable que los intereses comerciales se beneficien del aumento de muertes y enfermedades", afirmó en un comunicado el Etienne Krug, director del Departamento de Determinantes Sociales de la Salud de la OMS. "Los gobiernos deben anteponer las personas a los beneficios y garantizar que las políticas basadas en pruebas no se vean desbaratadas por la presión de las empresas".
La medida llega días antes de una reunión de alto nivel en la Asamblea General de las Naciones Unidas que se centrará en enfermedades crónicas como las cardiopatías, la diabetes, el cáncer y el asma, entre otras. Según un análisis reciente, aunque las muertes por enfermedades crónicas han disminuido en todo el mundo, los avances se han estancado en los últimos años.
La OMS ya ha pedido a los gobiernos que suban los precios del tabaco, el alcohol y las bebidas azucaradas al menos un 50% en los próximos 10 años. La subida de impuestos podría evitar 50 millones de muertes prematuras en el próximo medio siglo y generar un billón de dólares (854.400 millones de euros) de financiación pública en la próxima década, según la organización.
Los grupos empresariales han rechazado reiteradamente las peticiones de los responsables sanitarios de aumentar los impuestos sobre sus productos. UNESDA Soft Drinks Europe, que representa a los fabricantes de refrescos, se opuso después de que la OMS publicara a principios de este mes unas orientaciones sobre los impuestos alimentarios.
En su opinión, los impuestos no bastan para mejorar la salud en Europa, ya que las tasas de obesidad siguen aumentando en los países que han aplicado impuestos a las bebidas azucaradas, como el Reino Unido.
"Es fundamental comprender los comportamientos alimentarios y estilos de vida generales y analizar las pautas de consumo de alimentos en Europa, en lugar de centrarse en una categoría específica de alimentos", declaró a principios de mes Nicholas Hodac, director general de UNESDA.