La detención de Carles Puigdemont degeneró este domingo en violentos disturbios callejeros.
Los disturbios se trasladaron de los alrededores de la Delegación del Gobierno en Cataluña al paseo de Gràcia, donde se cruzaron y quemaron varios contenedores. Un centenar de manifestantes y 23 Mossos precisaron atención médica.