El ataque de las fuerzas israelíes dejó al menos a dos muertos, 10 personas heridas y dañó partes del recinto. Según funcionarios de la iglesia, el proyectil cayó en una zona que albergaba a civiles desplazados, incluidos niños con discapacidades. El sacerdote de la parroquia, Gabriel Romanelli, se encontraba entre los heridos.
Israel emitió una rara disculpa y dijo que estaba investigando el incidente. El Papa León XIV renovó su llamado a un alto el fuego, expresando su pesar y solidaridad con la comunidad cristiana de Gaza y con los afectados por el conflicto en curso.