La marcha estuvo encabezada por la Klimaatcrisis Coalitie (Coalición de la Crisis Climática, en español), una alianza neerlandesa que reúne a la sociedad civil y a grupos ecologistas y juveniles.
Los organizadores querían devolver el cambio climático al centro de la conversación política, después de que quedara eclipsado por la inmigración y la vivienda durante toda la campaña.
Los manifestantes instaron al próximo Gobierno a proteger la naturaleza, poner fin a las subvenciones a los combustibles fósiles y exigir responsabilidades a los grandes contaminadores.
Con pancartas de Greenpeace y Fridays For Future por toda la multitud, sus llamamientos a la justicia climática resonaron cerca del Parlamento neerlandés, en La Haya. Aunque no es la capital, es el centro político de los Países Bajos y alberga al Gobierno y la oficina del rey.
El país acudirá a las urnas el miércoles 29 de octubre de 2025, en unas elecciones generales anticipadas convocadas tras la caída del Gobierno de coalición en junio.