Coreando consignas, aplaudiendo y agitando carteles que decían que preferían ir a la cárcel, los manifestantes paralizaron la ciudad.
La Policía desplegó a más de 2.000 agentes y cerró las principales autopistas mientras las multitudes inundaban las calles. Un adolescente murió tras caer de un edificio en obras cercano.
La creciente disputa sobre las exenciones del servicio militar amenaza ahora con hacer caer la frágil coalición del primer ministro Benjamin Netanyahu y podría precipitar elecciones anticipadas.
 
     
     
     
     
             
             
             
             
             
             
             
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
 
 
