El tifón Kalmaegi ha arrasado Filipinas, dejando al menos 140 muertos y más de 120 desaparecidos.
Las lluvias torrenciales provocaron inundaciones repentinas en más de 100 zonas, anegando viviendas y vehículos, especialmente en la provincia de Cebú.
Casi dos millones de residentes se vieron afectados, y más de medio millón se refugió en centros de evacuación.
El presidente Ferdinand Marcos Jr declaró el estado de calamidad nacional mientras los equipos de emergencia retiraban los escombros y restablecían el suministro eléctrico. Otro tifón se está formando en el Pacífico, lo que despierta nuevas preocupaciones para las regiones del norte.