Las afganas temen que el fin de la misión de combate de la OTAN reduzca los escasos progresos alcalzados tras la caída del régimen talibán. Fiel defensora de los derechos de las mujeres afganas, Shukr
A principios de este año, las leyes afganas redujeron del 25 al 20 % el acceso de las mujeres a cargos públicos, lo que había sido una promesa del Gobierno afgano a sus aliados de Occidente.
Fiel defensora de los derechos de las mujeres afganas, Shukria Barakzai sobrevivió en noviembre a un atentado suicida cerca del Parlamento. Tal vez por ser mujer, e irrelevante para los talibanes, el ataque ni siquiera fue reivindicado.
“Ser mujer en Afganistán es un gran problema porque la sociedad te ve a veces como un objeto, no como un ser humano…los grupos extremistas no quieren a las mujeres. Nosotros tampoco les queremos a ellos. Para ellos, el mayor enemigo es la mujer. Por eso nos quieren meter en una caja pequeña, pero deben saber que nuestra voz romperá esas cajas y vamos a salir “, manifiesta la diputada afgana durante una de sus visistas al hospital, a donde acude periódicamente para tratarse las quemaduras tras el atentado.
Shukria espera, sin embargo, que el nuevo presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, defienda los derechos de la mujer y cumpla en particular, su promesa de incluirlas en su gobierno.