Las consecuencias políticas no han tardado. El ministro del Interior iraquí ha dimitido por la falta de seguridad en la capital
250 muertos. El Gobierno iraquí ha elevado hasta esa cifra el balance mortal del atentado en el barrio bagdadí de Al Karrada, cuando el domingo un camión cargado de explosivos fue detonado en un centro comercial mientras numerosas familias realizaban compras en el día festivo por el final del Ramadán.
Es el ataque más sangriento de este tipo desde la invasión de Irak dirigida por Estados Unidos en 2003. Las consecuencias políticas no han tardado. El ministro del Interior iraquí ha dimitido por la falta de seguridad en la capital.
El atentado se lo atribuyó el grupo Estado Islámico, que intensifica su campaña de atentados suicidas a medida que pierde terreno en Siria e Irak. En menos de una semana, los yihadistas han golpeado durante el Ramadán, no solo en Irak, sino en cuatro países de mayoría musulmana, causando más de 300 muertos.