Las brasileñas alzan su voz contra la prohibición total del aborto

Miles de mujeres salieron a las calles en noviembre y diciembre después de que una comisión del Congreso liderada por los evangelistas votara a favor de prohibición de la interrupción del embarazo en todos los casos. Inclusive por los tres autorizados en el país, por riesgo para la madre, por violación o por defecto del cerebro del feto.
Ahora, algunas han perdido el miedo a hablar: "Ya no me da vergüenza hablar, creo que tenemos que hacerlo para despenalizar el aborto. Debemos poner fin a esta criminalización de las mujeres. Es muy difícil pasar por esto", decía una joven.
"Si es tenerlo por tenerlo no es una decisión tomada por amor. Es una decisión tomada por lo establecido, con dolor", explicaba entre lágrimas una activista.
La única persona que votó en contra de la propuesta en la comisión fue Erika Kokay, diputada del Partido de los Trabajadores:
"¡La vida de las mujeres importa! No podemos legislar a favor del estupro, lo que significaría la obligación de seguir con un embarazo que es el resultado de una violación".
El aborto es un tema tabú en Brasil, el país con mayor número de católicos del mundo y una gran comunidad de cristianos evangélicos.
Las mujeres brasileñas también pidieron en las marchas la legalización de su derecho a decidir.