Desde su acceso al poder el pasado diciembre, el Gobierno austriaco ha endurecido la normativa migratoria y ha propuesto recortes en las ayudas sociales a los refugiados.
Miles de personas se manifiestan en Viena contra la discriminación y el racismo. Las protestas de este sábado se centraron en la política del nuevo gobierno de coalición de los conservadores del canciller Sebastian Kurz y los populistas radicales del vicecanciller Heinz-Christian Strache.
Muchos llevaban carteles que condenan la tendencia a endurecer el proceso de asilo y a aumentar las deportaciones. Otras pancartas denunciaban un antisemitismo creciente.
Desde su acceso al poder el pasado diciembre, el Gobierno austriaco -con los ultranacionalistas controlando tres ministerios clave: Interior, Defensa y Exteriores- ha endurecido la normativa migratoria y ha propuesto recortes en las ayudas sociales a los refugiados.
Sebastian Kurz ha declarado recientemente que Austria, que asumirá la presidencia de la UE en el segundo semestre, se centrará en el tema de la migración e invertirá en más en la protección fronteriza.