Irán clama venganza por la muerte de su líder militar mientras Estados Unidos justifica su ataque en defensa de su personal en la región.
Irán clama venganza por la muerte de Qasem Soleimani a manos de Estados Unidos. El comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria era víctima de un ataque con dron en las inmediaciones del aeropuerto de Bagdad. Otras siete personas murieron en el bombardeo, entre ellas Abu Mahdi Muhandis, líder de las Fuerzas de Movilización Popular de Irak.
Estados Unidos ha defendido el ataque asegurando que con él "estaba protegiendo a los funcionarios de su país en el extranjero". Y es que entre otras cosas, recuerda Washington, el general iraní estaba detrás del reciente ataque a la embajada estadounidense en Bagdad.
En medio de un elevado clima de tensión en Irán, el ayatolá Jamenei ha prometido una dura venganza por la muerte de Soleimani, que ya ha sido reemplazado por Esmail Ghaani.
"Hoy el mundo de la resistencia y el movimiento de resistencia en Irak, Siria, Líbano y en todas partes está afligido por Soleimani y quiere venganza por su sangre", decía el líder de la Oración del Viernes Ahmad Khatam ante un encendido público.
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En Kerman, ciudad natal del general caído, miles de personas se han echado a las calles en una demostración más de luto y rabia nacional. "Qasem no era sólo un guerrero o un gran comandante", decía una mujer mientras lloraba, "era la esperanza de los oprimidos de todo el mundo". "América debe saber que ahora mismo, mientras hablamos, están naciendo nuevos Qasem Soleimanis", avisaba otro ciudadano.
Irán guarda ya tres días de duelo por el hombre que recuperó el peso estratégico del país en toda la región, mientras el mundo entero aguarda con temor las posibles consecuencias.