Macroconcierto de prueba con cientos de test rápidos en Barcelona

Barcelona celebra el primer concierto que no lleva más medida de seguridad que el uso de la mascarilla. Se ha celebrado en la sala Apolo y se trata de un estudio que quiere evaluar la oportunidad que ofrecen los test rápidos para recuperar el ocio nocturno.
"Hice una donación al principio para la investigación y demás y me llegó el email y pensé en ayudar con lo que sea y con lo que pueda", apunta una de las participantes del estudio. "La idea es ayudar en el estudio para demostrar que las salas de conciertos pueden ser seguras si se toman las medidas adecuadas", añade otro de los que participan.
Pasaron 500 de los 1000 que participaron
El requisito fundamental antes de entrar es dar negativo en las pruebas rápidas y hacerse también una PCR. Mil participantes se han sometido a este cribado escalonado a lo largo del día en las diferentes carpas que se han instalado en la entrada.
"De los mil, 500 entran, 500 no y a los 8 días se repite el estudio. Con lo cual sabremos lo que ha impactado en los 500 que han entrado, el haber estado aquí, respecto a los 500 que no han entrado y que han tenido probablemente el mismo tipo de vida y el mismo tipo de riesgo, porque con una muestra tan amplia es asumible que se distribuirán de una manera parecida en ambos grupos", señala el doctor Bonaventura Clotet de la Fundación lucha contra el SIDA y otras enfermedades infecciosas.
Objetivo: salvar el ocio
El objetivo de esta investigación es elaborar estrategias para recuperar la actividad del ocio nocturno, los teatros o los estadios. Las asociaciones y patronales del ocio nocturno observan con esperanza estos resultados porque según el sector, cada día se están cerrando de media 200 bares de copas y discotecas en España.