El temor de los agricultores franceses, las heladas de primavera que aniquilan las cosechas

Numerosas hogueras iluminan al amanecer los campos de algunas regiones del este de Francia, no son hogueras de San Juan sino fuegos para calentar los viñedos y otras cosechas.
Una medida de emergencia a causa de un descenso abrupto de las temperaturas al inicio de esta primavera. El termómetro no sube de los 10 grados, cuando hace tan solo unos días, marcaba temperaturas casi estivales que rozaban los 20 grados. Unas variaciones climáticas que amenezan la vendimia en las regiones de Champaña y Borgoña.
Los viticultores se tienen que levantar antes del alba como relata uno de ellos.
" Esta madrugada para luchar contra las heladas, ya que tenemos temperaturas de menos tres y cinco grados en esa hora, hemos quemado fardos de heno o paja para crear una especie de cortina de humo, para que cuando salga el sol, justo en ese preciso momento, tengamos una protección como si fuese un par de gafas de sol, por encima de los brotes, para que puedan descongelar lo más lentamente posible ".
En Westhoffen, cerca de Estrasburgo, los productores de frutas Daniel y Nathalie Dettling están recurriendo a velas y calentadores para limitar los daños causados por las heladas.
"No vamos a poder salvarlo todo, está claro. Hay frutas que son más sensibles que otras. Los melocotones y albaricoques necesitan un cuidado urgente ... Esta noche poco más y lo perdemos todo. Admito que no estabamos preparados al 100% . Tuve mis dudas pero finalmente salimos de esta, señala aliviado Daniel Dettling.
La actual situación genera el temor a que se repita lo ocurrido en 2017, cuando las heladas de abril se llevaron por delante parte de la vendimia; se cosechó un 16% menos que en años anteriores. Muchos viticultores sufrieron las consecuencias económicas.