El papa visita el lago sagrado de los indígenas en Alberta y preside una misa multitudinaria

Escoltado por los jefes de los Alexis Nakota Siux y de los Cree, el Papa Francisco llegó el martes, al lago Wakamne, el lago de Diós o lago de los Espiritus, para los pueblos originarios de este paraje en la provincia canadiense de Alberta.
Bautizado posteriormente lago Santa Ana por un misionero católico, Francisco se acercó a la orilla del lago para orar. Previamente, el pontífice de 85 años había cambiado su silla de ruedas por un papamóvil para saludar a una multitud entusiasta en el estadio de Edmonton, donde presidió una misa multitudinaria.
La visita de seis días del pontífice a Canadá es para expiar la culpa de la Iglesia católica en la gestión de escuelas residenciales que asimilaron por la fuerza a los niños indígenas.