Krasnohorivka, donde un grupo de vecinos siguen tras un año de guerra y con los rusos as sus puertas

Son los Ángeles Blancos, unidades de la policía ucraniana que recorren las localidades de primera línea para asistir a sus habitantes. Tras un año de guerra, Krasnohorivka, en Donetsk, parece muerta, pero un puñado de vecinos se resiste a abandonar sus hogares.
Muchos de los que han perdido sus casas se han refugiado en lo que queda del hospital, que también ha sido alcanzado por los combates. Valentina es la última médica que queda en el centro hospitalario.
La mayoría de los que se han quedado son ancianos. Sus vidas, sus hogares y sus recuerdos están en Krasnohorivka. Para ellos, irse no tiene sentido.
La ciudad se resigna a su destino. Los rusos están cada vez más cerca y entregar ayuda humanitaria es cada vez más arriesgad0.