El oficial del KGB soviético, que contribuyó a cambiar el curso de la Guerra Fría al pasarse a las filas de Reino Unido, ha fallecido en su casa de Inglaterra por causas naturales a los 86 años.
Los historiadores contemporáneos consideran a OIeg Gordievsky (Moscú, 1938), fallecido en su casa de Surrey, Reino Unido, uno de los dobles espías más importantes de la época. En la década de 1980, sus servicios para la Inteligencia británica contribuyeron a evitar una peligrosa escalada de las tensiones nucleares entre la Unión Soviética y Occidente.
Gordievsky se incorporó al KGB a principios de la década de 1960, con apenas 22 años de edad. Durante su etapa en el organismo de inteligencia soviética prestó servicio en Moscú, Copenhague y Londres, llegando a ser jefe del operativo en la capital británica. Sin embargo, el espía se desilusionó con los ideales soviéticos tras los hechos acontecidos en la Primavera de Praga de 1968. Gordievsky sería reclutado pocos años después por el MI6, organismo homólogo del KGB en Reino Unido.
Según el libro de 1990, 'KGB: The Inside Story', escrito por el propio Gordievsky y Christopher Andrew, historiador de los servicios de inteligencia británicos, el espía llegó a la conclusión que "el Estado comunista de partido único conduce inexorablemente a la intolerancia, la inhumanidad y la destrucción de las libertades", decidiendo entonces pasarse a filas occidentales.
Gordievsky trabajó para la Inteligencia británica durante más de una década. En 1983, el desertor advirtió a Reino Unido y a Estados Unidos de que los dirigentes soviéticos estaban tan preocupados por un ataque nuclear de Occidente que estaban considerando realizar ellos el primer movimiento. Cuando las tensiones se dispararon durante un ejercicio militar de la OTAN en Alemania, Gordievsky medió ante Moscú para tranquilizarles, asegurando que no se trataba de una maniobra precursora de un ataque nuclear.
Poco después, el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, empezó a tomar medidas para aliviar las tensiones nucleares con la Unión Soviética. En 1984, Gordievsky asesoró al futuro líder soviético, Mijaíl Gorbachov, antes de su primera visita a Reino Unido, y también informó a los británicos sobre cómo ganarse al soviético reformista.
Gordievsky, el espía soviético de mayor rango en desertar
Ben Macintyre, autor de otro libro sobre el agente doble, 'El espía y el traidor', declaró ante la 'BBC' que Gordievsky consiguió provocar el principio del fin de la Guerra Fría.
La KGB había comenzado a sospechar de él. El espía fue llamado a consultas a Moscú en 1985, y decidió acudir a pesar de temer haber sido descubierto. Sus miedos no eran infundados: Gordievsky fue drogado e interrogado por sus excolegas, pero los británicos organizaron una operación encubierta para sacarlo de la Unión Soviética, de contrabando a través de la frontera con Finlandia, en el maletero de un coche.
Varios documentos desclasificados en 2014 muestran que Reino Unido consideraba a Gordievsky tan valioso que Thatcher trató de llegar a un acuerdo con Moscú para su liberación. Si se permitía que la mujer y las hijas de Gordievsky se reuniesen con él en Londres, Reino Unido no expulsaría a todos los agentes del KGB que él había desenmascarado.
Moscú rechazó la oferta y Thatcher ordenó la expulsión de 25 espías rusos, a pesar de las objeciones del ministro de Asuntos Exteriores, Geoffrey Howe, quien consideraba que este movimiento podría hundir las relaciones entre ambas partes. El Kremlin respondió expulsando a otros 25 británicos. Sin embargo, a pesar de los temores de Howe, nunca se rompieron las relaciones diplomáticas.
La familia de Gordievsky estuvo bajo vigilancia del KGB las 24 horas del día durante seis años antes de que se le permitiera reunirse con él en Inglaterra en 1991. El espía vivió el resto de su vida bajo protección británica en la localidad de Godalming, a 64 kilómetros de Londres.
Su muerte no se considera sospechosa, según las autoridades
La Policía de Surrey ha dicho que los agentes fueron llamados para acudir a una dirección en Godalming el pasado 4 de marzo, donde encontraron el cadáver de Gordievsky. "La muerte no está siendo tratada como sospechosa", han afirmado los investigadores.
Gordievsky fue condenado a muerte por traición en Rusia, mientras que Isabel II le nombró Caballero de la Orden de San Miguel y San Jorge en 2007 por sus "servicios a la Seguridad del Reino Unido". En 2008, Gordievsky afirmó que había sido envenenado y pasó 34 horas en coma tras tomar somníferos adulterados que le dio un socio ruso. Los riesgos a los que se enfrentaba se pusieron de relieve en 2018, cuando el exagente de inteligencia ruso Sergei Skripal y su hija fueron envenenados con un agente nervioso en la ciudad inglesa de Salisbury, donde vivía.