A la luz de la escalada entre Israel e Irán, se ha reanudado el debate sobre el arsenal nuclear israelí, que se estima en unas 90 cabezas nucleares a pesar de la falta de reconocimiento oficial de su posesión.
El debate internacional ha vuelto a una cuestión que ha estado envuelta en la incertidumbre durante años: El arsenal nuclear de Israel. Mientras el Estado hebreo ataca instalaciones iraníes con el pretexto de impedir que Teherán se dote de una bomba nuclear, sus capacidades en este campo siguen siendo un secreto oficial, aunque son ampliamente reconocidas por expertos y agencias de inteligencia.
Ambigüedad deliberada
Israel ni declara ni niega que posea armas nucleares. Esta política de "ambigüedad nuclear" se ha descrito anteriormente como una estrategia para disuadir a los enemigos sin desencadenar una carrera armamentística regional. Pero algunos expertos, como Jeffrey Lewis, del Middlebury Institute, consideran que esta ambigüedad es una "negación increíble", según declaró a la 'NBC'.
Estimaciones del número de cabezas nucleares
A pesar de la falta de reconocimiento oficial, organizaciones especializadas como la Federación de Científicos Estadounidenses y el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI) estiman que Israel posee unas 90 cabezas nucleares. Se cree que este arsenal es transportable mediante misiles balísticos, aviones de combate y, posiblemente, submarinos capaces de transportar cabezas nucleares. La piedra angular de este programa es el reactor de Dimona, en el desierto del Néguev.
Fuera del TNP
A diferencia de Irán, Israel no es signatario del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP), lo que le exime de las obligaciones reglamentarias impuestas a los Estados partes en el tratado. Para adherirse formalmente al tratado, un país debe declarar que poseía armas nucleares antes de 1967, lo que no se aplica a Israel, por lo que se vería obligado a desmantelar su arsenal, lo que, por supuesto, no entra en los cálculos de los políticos israelíes de todo signo en cuanto a lo que consideran.
Las filtraciones Vanunu
En los años 80, Mordechai Vanunu, antiguo técnico del reactor de Dimona, sacudió al establishment israelí al revelar información secreta y fotos al diario británico 'The Sunday Times', confirmando que su país tenía un programa nuclear en toda regla. Fue condenado por traición y pasó 18 años en prisión, la mayoría en régimen de aislamiento. En una entrevista con la 'BBC' en 2004, Vanunu dijo: "No traicioné, salvé a Israel de un nuevo holocausto".
Un obstáculo para un Oriente Próximo libre de armas nucleares
El Centro para el Control de Armas y la No Proliferación considera que la continua política de ambigüedad de Israel es un obstáculo para la creación de una zona libre de armas de destrucción masiva en Oriente Próximo, una iniciativa que fue respaldada en la Conferencia de Revisión del TNP de 1995, pero que nunca vio la luz debido a la falta de transparencia, según el Centro para el Control de Armas y la No Proliferación.
Ataque contra Irán: ¿Un arma de doble filo?
Los observadores sugieren que es probable que los ataques israelíes tengan el efecto contrario al que declara Tel Aviv, ya que pueden empujar a Teherán a acelerar su programa nuclear, por disuasión más que por escalada. John Erath, director de políticas del Centro para el Control de Armas, afirmó: "En lugar de frenar la ambición nuclear de Irán, estos ataques pueden reforzar su sensación de necesidad de un arma nuclear, abriendo la puerta a un camino muy peligroso".