El caos en torno a la distribución de ayuda continúa en la Franja de Gaza. Un nuevo ataque israelí en un reparto de alimentos en Gaza ha dejado al menos 18 muertos. La situación de hambruna ha provocado saqueos y violencia.
Al menos 18 personas murieron el jueves en la Franja de Gaza después de que un ataque israelí alcanzara la calle donde recogían harina distribuida por la Policía de Gaza, según los hospitales.
Al parecer, el ataque en la ciudad de Deir al Balah iba dirigido contra miembros de Sahm, una fuerza de seguridad encargada de detener a los saqueadores y tomar medidas enérgicas contra los comerciantes que venden ayuda robada a precios inflados.
Entre las víctimas mortales del ataque había siete miembros de Sahm, según el cercano Hospital de los Mártires de Al Aqsa, donde fueron trasladadas las víctimas. El Ejército israelí no hizo comentarios de inmediato.
Israel acusa a Hamás de robar ayuda
La unidad forma parte del Ministerio del Interior dirigido por Hamás, pero incluye a miembros de otras facciones. Israel ha acusado a Hamás de robar ayuda y utilizarla para apuntalar su Gobierno en el enclave, lo que el grupo militante niega.
Los esfuerzos de las Naciones Unidas y otros grupos de ayuda para distribuir alimentos se han visto plagados de bandas armadas que saquean los camiones y de multitudes que descargan los suministros de los convoyes.
Los gazatíes se organizan para proteger la ayuda de saqueos
Mientras tanto, un grupo de residentes influyentes de Gaza anunció el miércoles que ha iniciado un esfuerzo independiente para proteger los convoyes de ayuda de los saqueos. La Agrupación Nacional de Tribus, Clanes y Familias Palestinas declaró que había ayudado a escoltar un cargamento de harina poco común que entró en el norte de Gaza esa noche. Sin embargo, no estaba claro si la asociación se había coordinado con la ONU o con las autoridades israelíes.
El miércoles, en una declaración conjunta, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el ministro de Defensa, Israel Katz, volvieron a acusar a Hamás de robar la ayuda que entra en el norte de Gaza y pidieron al Ejército israelí que planeara impedir el robo.
El Reagrupamiento Nacional refutó la declaración, afirmando que la acusación pretendía justificar las "prácticas agresivas" del Ejército israelí y que la ayuda estaba "totalmente asegurada" por las tribus, que decían estar comprometidas con la entrega de los suministros a la población.