Dos contratistas empleados por UG Solutions hablaron con la agencia AP, bajo condición de anonimato, revelando las operaciones internas de sus empleadores.
Los contratistas estadounidenses encargados de vigilar los centros de distribución de ayuda en Gaza han estado utilizando munición real, granadas aturdidoras y gas pimienta contra los palestinos que buscaban ayuda, según han afirmado dos contratistas estadounidenses en declaraciones a la agencia Associated Press (AP) bajo condición de anonimato.
Los contratistas, empleados de UG Solution, subcontratista estadounidense encargada de contratar personal de seguridad en los lugares de distribución de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), facilitaron a la AP testimonios, vídeos, informes internos y mensajes de texto.
Palestinos amontonados entre verjas metálicas
Las imágenes han sido autentificadas por AP, que las ha geolocalizado utilizando imágenes aéreas y han sido comprobadas por expertos regionales. En ellas se ve a palestinos apretujados entre verjas metálicas, agachándose al oír los disparos y alejándose del humo de las granadas aturdidoras.
Los contratistas afirmaron que en casi todos los puntos de distribución de Gaza se utilizan balas reales, granadas aturdidoras y gas pimienta, aunque no haya amenazas para la seguridad. Uno de ellos afirmó que las balas se disparaban con regularidad en todas direcciones, incluso hacia los solicitantes de ayuda.
Una foto compartida por uno de los contratistas muestra a una mujer tumbada en un carro tirado por un burro tras recibir, al parecer, el impacto de una granada aturdidora en la cabeza.
En uno de los vídeos, se oye a un contratista de seguridad estadounidense decir que organizó la entrada de un tanque israelí como "demostración de fuerza" para dispersar a los palestinos cercanos. "Pero les dije que se quedaran ahí. No quiero que esto sea demasiado agresivo", añadió.
Disparando desde un montículo contra la multitud
En otro vídeo, se puede ver a los contratistas de pie sobre un montículo de tierra y, tras una ronda de disparos, se oyen voces fuera de la pantalla que vitorean y dicen "Creo que le has dado a uno" y "¡Claro que sí, chico!".
El contratista que grabó el vídeo dijo a AP que los otros contratistas empezaron a disparar en un primer momento para dispersar a la multitud, pero que luego siguieron disparando en dirección a los palestinos que habían recogido su ayuda y abandonaban el lugar.
Aunque el vídeo no muestra quién disparaba ni contra quién, el contratista afirmó que vio a otros contratistas disparar a palestinos a unos 55 metros de distancia y que vio a un hombre caer al suelo.
Los dos contratistas que se presentaron dijeron que lo hacían porque estaban conmocionados por lo que vieron y consideraban estas prácticas "peligrosas" e "irresponsables". "Hay gente inocente herida. Gravemente. Innecesariamente", dijo uno de los contratistas.
Durante una sola distribución de ayuda en junio, los contratistas utilizaron 37 granadas aturdidoras, 22 proyectiles de goma y 60 botes de spray de pimienta, según revelaron comunicaciones internas.
Polémica en torno a la Fundación Humanitaria de Gaza
La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) es una organización de ayuda respaldada por Estados Unidos e Israel. La fundación ha sido objeto de una controversia casi continua incluso antes de que comenzara a distribuir ayuda, cuando su director fundador, Jake Wood, dimitió alegando dudas sobre la imparcialidad y eficacia de la organización.
Israel lanzó un bloqueo generalizado de la ayuda a Gaza en marzo, que impidió la entrada en la Franja de alimentos, agua ni medicinas. Alegaron que el grupo militante Hamás había estado robando la ayuda que se transportaba en el marco del sistema preexistente coordinado por las Naciones Unidas.
La ONU y otras organizaciones de ayuda negaron que Hamás hubiera estado desviando ayuda y se negaron a trabajar con la GHF, argumentando que vulnera principios humanitarios fundamentales. También subrayaron que, a diferencia de la GHF, su sistema de distribución de ayuda no implicaba guardias armados.
Israel prohíbe a los periodistas internacionales informar dentro de Gaza, por lo que los testimonios de los dos contratistas estadounidenses proporcionan una visión poco frecuente del proceso de distribución de ayuda en Gaza.
Un proceso de reclutamiento irregular
Los testimonios también contrastan fuertemente con lo que la GHF y sus subcontratistas han afirmado hasta ahora. "Nuestro proceso de reclutamiento y formación es exhaustivo", afirmó UG Solution, añadiendo que su proceso de solicitud incluía una minuciosa "selección por parte de expertos, comprobación de referencias, comprobación de antecedentes y dominio de armas".
Sin embargo, los dos contratistas anónimos afirmaron que el personal de seguridad contratado a menudo no estaba cualificado, no había sido evaluado, iba fuertemente armado y parecía tener carta blanca para hacer lo que quisiera.
También admitieron que había sido un despliegue extremadamente precipitado. Según los contratistas, algunos hombres sólo habían sido reclutados unos días antes por correo electrónico, muchos de ellos sin experiencia en combate ni formación adecuada.
Manejo de armas de seguridad
Los contratistas afirmaron que ninguno de los hombres de Israel que trabajaban para UG Solutions había sido sometido a pruebas para comprobar si era capaz de manejar un arma con seguridad, y que la precipitada puesta en marcha significaba que no todo el mundo era capaz de "poner a cero" su arma, es decir, de ajustarla personalmente para asegurarse de que apuntaba correctamente. Los expertos militares advierten de que no poner a cero un arma supone un riesgo importante.
Otro subcontratista encargado de la logística, Safe Reach Solutions (SRS), supuestamente no facilitó al personal las normas de enfrentamiento hasta tres días después de que comenzara la distribución de la ayuda, según denunciaron los contratistas.
El borrador de las normas permitía el uso de armas no letales en situaciones extremas contra personas desarmadas y físicamente violentas, y que se empleara la fuerza letal, pero sólo si era absolutamente necesario.
El SRS reconoció que se enfrenta a grandes poblaciones hambrientas, pero afirmó que el entorno es seguro y controlado y que se aseguran de que la gente pueda acceder a la ayuda de forma segura.
Sin embargo, un informe interno del SRS reveló que los solicitantes de ayuda resultaron heridos durante una tercera pare de las distribuciones que tuvieron lugar en un periodo de dos semanas en junio.
La ayuda humanitaria se ha convertido en una trampa mortal
Desde el lanzamiento de la GHF, los palestinos han denunciado con frecuencia que las tropas israelíes abrieron fuego contra las multitudes que cruzaban las zonas militares para llegar a los puntos de distribución. Estos relatos han sido respaldados por fuentes de hospitales locales, que han informado de que cientos de personas han muerto o han resultado heridas en los lugares de distribución o en sus inmediaciones.
El Ejército israelí afirma que sólo ha realizado disparos de advertencia en un esfuerzo por controlar a la multitud y ha negado haber disparado directamente contra los solicitantes de ayuda.
El SRS también afirmó que Hamás había amenazado tanto a los trabajadores humanitarios como a los civiles que recibían la ayuda, pero uno de los contratistas estadounidenses afirmó que él personalmente nunca había sido amenazado por el grupo militante.
Mientras tanto, al menos 82 palestinos murieron durante la noche del jueves en ataques aéreos y tiroteos israelíes, según el Ministerio de Sanidad de Gaza. Esta cifra incluye a 38 personas que esperaban ayuda humanitaria. Cinco de ellas murieron frente a instalaciones vinculadas al GHF y otras 33 esperando camiones de ayuda en otros lugares de la Franja.