El rechazo de la derecha catalana de Junts al proyecto de ley, que pretendía reducir el máximo de 40 horas semanales laborales a 37 horas y media, sentencia por ahora la medida y evidencia una vez más la debilidad parlamentaria del Gobierno de Pedro Sánchez en esta segunda legislatura.
La votación clave de este inicio del curso parlamentario ha cumplido con el guion previsto: la reducción de la jornada laboral en España ha sido rechazada por los 178 votos del ala derecha del Congreso de los Diputados, conformada por el Partido Popular, Vox, Unión del Pueblo Navarro y Junts.
Su revés afecta particularmente a Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo: la norma era uno de sus objetivos prioritarios para esta legislatura. De haberse aprobado, esta hubiese impuesto un horario semanal máximo de 37,5 horas en lugar de las 40 vigentes. También daría mecanismos a la Inspección de Trabajo para supervisar la jornada que hace cada trabajador y legislaría sobre el derecho a la desconexión digital de los españoles.
El escollo que no ha podido superar el Gobierno es, como viene siendo habitual en esta segunda legislatura de Pedro Sánchez, el rechazo de la derecha independentista catalana. Díaz, líder de la pata minoritaria del Gobierno de coalición, ha reprochado a la portavoz de Junts su posición durante su defensa parlamentaria del proyecto de ley:
"Usted y yo representamos algo que mueve la historia. Se llama lucha de clases: usted representa al capital", ha espetado la líder de Sumar desde la tribuna de oradores a Míriam Nogueras, cuya carrera profesional previa a la política estuvo focalizada en un negocio textil. "No se pone del lado del autónomo o de la clase trabajadora catalana: se pone del lado que se está forrando", dijo. Nogueras ha acusado a Diaz de depender de este proyecto legislativo para su supervivencia política.
El Gobierno volverá a intentar tramitar la norma
A diferencia de la legislatura pasada, el Gobierno requiere tanto de los votos de Junts como los de Podemos, en antípodas ideológicas, para aprobar cualquier proyecto de ley, además de los del resto de grupos nacionalistas o independentistas (Esquerra Republicana, PNV, Bildu) y otros diputados del grupo mixto, como el exsocialista José Luis Ábalos.
El Gobierno asegura que volverá a intentar tramitar la norma, que fue negociada con los principales sindicatos españoles en diciembre de 2024 tras la retirada de la patronal empresarial representada por la CEOE. Tanto Comisiones Obreras como UGT han convocado protestas este miércoles ante las sedes de varias empresas españolas para reclamar la aprobación de la reducción de jornada.
"Probablemente haya una derrota parlamentaria, pero hay derrotas que se ganan en la calle", ha sentenciado Díaz. La última vez que se consiguió una reducción de jornada en España tras la llegada de la democracia fue durante la primera legislatura de Felipe González, en 1983, pasando de 43 a las 40 horas semanales actuales.