De norte a sur, la movilización continúa en las ciudades que se han sumado a la iniciativa. En Roma, la guarnición permanente se prepara para la manifestación del 4 de octubre y se declara dispuesta a coordinar la protesta en caso de ataque a la Flotilla.
En la Piazza dei Cinquecento, frente a la estación de Termini, lugar simbólico de la huelga general del pasado lunes que paralizó el país, la guarnición permanente se ha convertido desde hace días en punto de referencia de las movilizaciones en Roma.
La iniciativa de las 100 Plazas por Gaza está organizada por la Unione Sindacale di Base así como otras asociaciones y grupos pro Palestina. En la guarnición romana nos encontramos con Giulia Calò, portavoz de la asociación Potere al Popolo.
"Si tocan la Flotilla, estamos dispuestos a paralizar de nuevo el país"
Ella y otros organizadores duermen en las tiendas de campaña que desde hace días son una presencia permanente frente a la estación de Termini. Este es el lugar desde donde, nos explican, se controla la actividad de la Flotilla Global Sumud y se deciden las acciones de protesta.
"Estamos aquí para mantener la atención y la movilización sobre Palestina", explica Giulia Calò, "sobre la Flotilla y sobre lo que está ocurriendo en Gaza. El 22 de septiembre paralizamos el país, si tocan la Flotilla estamos dispuestos a hacerlo de nuevo". "Queremos una alternativa autónoma e independiente al Gobierno y al centro-izquierda"
Tras las protestas del pasado fin de semana en varias ciudades italianas, ahora tienen la vista puesta en la gran movilización del 4 de octubre en la capital. "Lo que ocurrió el 22 de septiembre fue dejar claro que hay un pueblo y una clase política. Este pueblo quiere el fin del genocidio en Gaza y una clase política que asuma su responsabilidad", explica Giulia Calò, que asegura que el pueblo italiano "se pone valientemente del lado de Palestina", especialmente los trabajadores que salieron a la calle esos días. "Queremos una alternativa que no es ni el Gobierno ni el centro-izquierda", concluye Giulia Calò.
Lo que dice el Gobierno italiano
La primera ministra Meloni ya ha criticado las protestas y, en particular, los episodios de violencia que acompañaron en algunas ocasiones a algunas de las manifestaciones. En las últimas horas, hablando de la Flotilla, ha pedido que se detenga para no poner en peligro el plan de paz para Oriente Medio, propuesto por Estados Unidos.
La esperanza de alcanzar la paz, dijo Meloni,"descansa sobre un frágil equilibrio" y forzar el bloqueo naval impuesto por el Estado judío podría convertirse en "un pretexto" para hacer saltar por los aires el acuerdo, añadió.
El Gobierno ya había expresado en los últimos días su preocupación por la suerte de la Flotilla. El ministro de Defensa, Guido Crosetto, ha hablado en los últimos días de peligro y exposición a riesgos en caso de que los miembros de la misión humanitaria decidieran forzar el bloqueo naval impuesto por Israel. De hecho, de poco ha servido hasta ahora el intento de mediación del Vaticano para hacer llegar ayuda a Chipre como garantía de que llegara a Gaza.
La opinión de los italianos en las calles de Roma
No todos están de acuerdo con la acción de la Flotilla aunque para algunos, como en el caso de este joven, sea digna de felicitación por una valentía en el derecho a manifestarse, quizás últimamente perdida.
"Si hacen bien en no aceptar la mediación, no sabría decir que el objetivo de la misión", dice, "no es entregar ayuda, sino intentar bloquear a Israel". "En cuanto a las protestas de estos días, "es bueno ver que hay toda esta gente animada por el mismo sentimiento, quizá sea un poco pegamento en un momento histórico como éste, pero los movimientos internos no están muy organizados".
Por el contrario, la opinión de una chica que explica que, aunque apoya las acciones en las calles, no entiende el significado de la misión de la Flotilla: "No puedo hacer una distinción", dice, "entre el verdadero propósito de la iniciativa y su valor puramente simbólico".