El exministro José Luis Ábalos compareció por cuarta vez ante el Tribunal Supremo por el caso Koldo, pero se negó a declarar alegando indefensión. Finalmente, el juez permitió que continúe en libertad, pero le mantuvo las medidas cautelares.
El exministro de Transportes y actual diputado del Grupo Mixto, José Luis Ábalos, continuará en libertad tras comparecer este miércoles ante el Tribunal Supremo por cuarta vez como investigado en el caso Koldo y a pesar de que volvió a acogerse a su derecho a no declarar.
A pesar de su negativa a prestar declaración durante la audiencia de la mañana, el juez Leopoldo Puente ha decidido que siga en libertad al considerar que no existe riesgo de fuga o de destrucción de prueba, aunque sí que ha optado por mantener las medidas cautelares que pesan sobre el exministro, las cuales le impiden salir del país y le obligan a personarse ante las autoridades cada 15 días.
Durante la audiencia, que tuvo lugar a primera hora de la mañana, Ábalos alegó sentirse "indefenso" después de que el magistrado rechazara su intento de sustituir a última hora a su abogado. La decisión de guardar silencio llega tras el último informe de la Unidad Central Operativa (UCO), que detectó más de 95.000 euros en gastos sin justificar y movimientos continuos de dinero en efectivo en sus cuentas.
Discrepancia entre la Fiscalía y las acusaciones populares
La sesión no estuvo exenta de tensión. Las acusaciones populares, encabezadas por el Partido Popular, solicitaron su ingreso en prisión preventiva o, en su defecto, la imposición de una fianza de 650.000 euros, argumentando el aumento de los indicios de criminalidad y el riesgo de obstrucción.
Sin embargo, la Fiscalía Anticorrupción no apoyó esta petición y defendió el mantenimiento de las actuales medidas cautelares, que incluyen la retirada del pasaporte, la prohibición de abandonar el territorio nacional y comparecencias periódicas ante el juzgado.
El Gobierno, consultado tras la comparecencia, evitó profundizar en el caso y transmitió "máxima tranquilidad", subrayando que desde que Ábalos pasó al Grupo Mixto su voto "no resulta determinante" en la aritmética parlamentaria.
Con la investigación cada vez más avanzada y con otros implicados -como Santos Cerdán- ya en prisión, la situación del exministro se complica. El juez instructor advirtió que no permitirá maniobras dilatorias y llegó a frenar sus intentos de justificar su silencio. "Esto no es el Congreso", le espetó Puente durante la vista.
El futuro judicial de Ábalos permanece abierto. Si renuncia a su escaño, el caso regresaría a la Audiencia Nacional, donde los plazos podrían dilatarse durante años. Además, si mantiene su aforamiento, una eventual sentencia sería firme y de ejecución inmediata. Entre tanto, el exministro resiste, en silencio, cada vez más arrinconado tanto por la investigación como por la presión política.