Rodrigo Paz Pereira juró este sábado como presidente de Bolivia para los próximos cinco años, cerrando dos décadas de gobiernos del MAS. Nacido en Santiago de Compostela, el político centrista promete abrir el país al mundo y aplicar un "capitalismo para todos".
El político centrista Rodrigo Paz Pereira tomó posesión este sábado como nuevo presidente de Bolivia, marcando el fin de 20 años de Gobiernos del izquierdista Movimiento al Socialismo (MAS).
Nacido en Santiago de Compostela en 1967 durante el exilio de sus padres, Paz Pereira juró el cargo con la fórmula "Dios, patria y familia, sí, juro" ante su vicepresidente, el excapitán de Policía Edmand Lara, y los diputados y senadores electos.
El nuevo mandatario ganó en segunda vuelta el pasado 19 de octubre con el 54,96% de los votos, derrotando al expresidente conservador Jorge Tuto Quiroga (2001-2002), quien obtuvo el 45,04%.
A la ceremonia de investidura asistieron presidentes de Argentina, Chile, Ecuador, Paraguay y Uruguay, además del subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, y representantes de España y la Unión Europea.
Promesas ante una crisis económica
Paz Pereira asume la presidencia en un contexto de crisis marcado por la falta de dólares y combustibles y el encarecimiento de alimentos. Entre sus principales promesas está aplicar un "capitalismo para todos" con créditos baratos para emprendedores, rebajas de impuestos y aranceles para la importación de tecnología y vehículos.
El nuevo presidente se ha propuesto abrir Bolivia "al mundo", aunque excluyendo a países "que no tienen democracia". Por ello, estuvieron ausentes de la investidura los Gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua, así como los expresidentes del MAS Evo Morales (2006-2019) y Luis Arce (2020-2025).
Un vicepresidente con uniforme policial
El excapitán Edmand Lara asumió la Vicepresidencia con uniforme de gala de la Policía, institución de la que fue separado por deserción pero a la que quiso homenajear. Lara, abogado de profesión y conocido por sus denuncias de corrupción en TikTok, afirmó que el nuevo Gobierno "no discriminará" a nadie y que las organizaciones sociales serán "bienvenidas".
En su discurso, el vicepresidente saludó especialmente a los mandatarios presentes, incluido el salvadoreño Nayib Bukele, quien no asistió al acto.
Una infancia marcada por el exilio y Galicia
Rodrigo Paz Pereira llegó al mundo en Santiago de Compostela en 1967, durante uno de los numerosos exilios que marcaron la vida de su padre, Jaime Paz Zamora, quien llegaría a ser presidente de Bolivia entre 1989 y 1993. El líder del Movimiento de Izquierda Revolucionaria había sido perseguido en los años 70 por los Gobiernos militares bolivianos, lo que obligó a la familia a vivir una infancia itinerante por hasta diez países diferentes.
El vínculo gallego de la familia se consolidó cuando Jaime Paz conoció en Bélgica a Carmen Pereira, una gallega que se convertiría en la madre del futuro presidente y en la encargada de mantener vivo el amor por esta tierra en toda la familia. Los Paz Pereira han regresado en numerosas ocasiones no solo a Galicia, sino al resto de España, guardando recuerdos de veranos en Mojácar y la belleza de las playas del Cabo de Gata.
Un amor profundo por la tierra natal de su madre
La conexión de Rodrigo Paz con Galicia va más allá de su lugar de nacimiento. El presidente electo se casó en el mismísimo Obradoiro, celebrando posteriormente una gran fiesta en uno de los locales cercanos al templo compostelano, un recuerdo que evoca con especial cariño. Su devoción al Tata Santiago, como llaman en Bolivia al apóstol, se mezcla con vivencias personales de haber pasado tiempo en Santiago durante su infancia y haber presenciado el botafumeiro en numerosas ocasiones.
La espiritualidad vinculada a Galicia es palpable en la vida del mandatario. Cada año que puede viajar a España, Paz y su esposa acuden a Finisterre como parte de una rutina espiritual, culminando la visita con un almuerzo en el restaurante Tira do Cordel, establecimiento que considera "parte de nuestra rutina espiritual y nuestra vinculación con Galicia". Esta tradición refleja la profunda conexión emocional que mantiene con la tierra de su madre, una herencia que ha sabido preservar a pesar de los miles de kilómetros y las responsabilidades políticas que ahora asumirá al frente de Bolivia.