Los eurodiputados han aprobado una resolución en la que rechazan los recortes incluidos en los presupuestos plurianuales de la UE. Quieren forzar una negociación y en caso de no obtener resultados, amenazan con imponer su veto.
El Parlamento Europeo ha adoptado por amplia mayoría una resolución en la que rechaza los recortes al presupuesto europeo que tan arduamente se negoció durante la cumbre de Bruselas.
Y ello a pesar de los esfuerzos del presidente del Consejo que ha defendido el acuerdo ante el hemiciclo. “Actuamos rápido y con urgencia, en menos de dos meses elaboramos un acuerdo de más de 1,8 billones de euros y esta respuesta es masiva", ha argumentado Charles Michel.
Los eurodiputados quieren renegociar las partidas que más amputaciones han sufrido en el marco presupuestario para los próximos siete años. Tienen de plazo para hacerlo hasta diciembre. Y en caso de no conseguir los resultados deseados, amenazan con vetarlo.
Estos son algunos de los argumentos que esgrimen.
"El presupuesto europeo actual se parece más uno del siglo XX que a uno del siglo XXI. Hay recortes en investigación y en las partidas más verdes de la Política Agrícola Común", afirma Philippe Lamberts, eurodiputado belga del grupo de Los Verdes.
"No mira suficientemente hacia el futuro, vemos recortes para a las pequeñas y medianas empresas, en la política exterior, en el sector de la salud. Y son todos sectores en los que tenemos que invertir", añade Nicola Beer, eurodiputada alemana del grupo liberal Renovar Europa.
"Todavía está por ver cómo podemos proteger nuestro dinero europeo de los oligarcas antieuropeos que violan el Estado de Derecho y tienen un historial de uso de los fondos europeos en beneficio propio”, concluye la húngara Katalin Cseh.
La presidenta de la Comisión Europea ha reconocido que los recortes son una píldora difícil de tragar, pero ha prometido que trabajará para que países como Polonia y Hungría respeten los valores de la UE.
“La Comisión hará un seguimiento. Analizaremos nuestra propuesta de 2018 relativa al Estado de Derecho, trabajaremos con nuestros colegisladores para asegurarnos de que nuestra propuesta de 2018 sale adelante y, cuando sea necesario, la mejoraremos”, ha explicado Ursula Von der Leyen.
A menudo, los eurodiputados hacen ruido, se quejan, pero raramente tumban las propuestas. Esta vez podría ser diferente. Se han sentido marginados y exigen ser escuchados. La batalla para ratificar el acuerdo está lejos de haber terminado.