Cada año la vuelta al cole supone un importante desembolso para las familias. Muchas familias buscan alternativas para ahorrar en el gasto escolar previsto para el mes de septiembre. El material de segunda mano es una opción sostenible.
El inicio del curso suele ser sinónimo de muchos gastos para las familias. Hay que comprar libros nuevos, material escolar, uniformes, ropa deportiva... Una larga lista, a veces interminable, que hace que se dispare el gasto familiar cuando llega el mes de septiembre.
La cantidad de dinero que los padres tendrán que desembolsar para abastecer a sus hijos con el material necesario para la vuelta al colegio en el curso 2025-2026 es la más elevada del último septenio. En concreto, los hogares invertirán una media de más de 500 euros por alumno, frente a los alrededor de 492 euros de gasto registrados durante el curso lectivo anterior, según datos de Statista.
Los productos que más comprarán los encuestados en la vuelta al cole serán material escolar, con un 84% de las menciones; libros, con un 73%; y ropa, con un 70%. Destaca el 16% que declara tener intención también de comprar dispositivos informáticos y electrónicos.
Este importante desembolso puede disminuir en algunas comunidades autónomas, como es el caso de Andalucía. Según datos del Observatorio Cetelem, el gasto medio previsto por los andaluces para la vuelta al cole en septiembre se sitúa en 340 euros. Esto representa un 19% menos que la media nacional.
El mercado de segunda mano va ganando adeptos
En cuanto al préstamo de libros y compras de segunda mano, es una opción que se plantean muchos de los encuestados que afirman tener intención de reducir su presupuesto.
El fenómeno Vinted se ha extendido desde el mercado de la ropa de segunda mano hasta los regalos de Navidad. La inflación y una mayor conciencia medioambiental ha impulsado en los últimos años el mercado de la ropa y accesorios de segunda mano. En 2030, podría duplicar al mercado de la moda rápida, según expertos.
En el caso del material escolar, un 64% de los encuestados en Andalucía declararon que reutilizarían, en la medida de lo posible, materiales del curso anterior, mientras que un 36% indicó que optaría por compras de segunda mano.
El 27% de los andaluces ha apuntado que se acogerá a programas de préstamos de libros. Cada vez más familias recurren a la segunda mano, especialmente en el caso de los libros de texto. Existen plataformas de compraventa como Wallapop o Milanuncios, así como iniciativas locales en colegios y asociaciones de padres que organizan intercambios. Esta práctica no solo supone un ahorro de hasta un 50%, sino que también fomenta un consumo más sostenible.
Esta alternativa del material usado puede suponer un ahorro de hasta 400 euros en la vuelta al cole. Los precios de los libros, los uniformes y el material escolar están por las nubes. Ante esta realidad, muchas las familias buscan opciones para intentar ahorrar. La vuelta a clases duele más a las carteras más humildes. Según la Plataforma por la Infancia, el 34% de menores en España vive en riesgo de pobreza.
Otras pistas para no arruinarse con la vuelta a clases
Estos son algunos consejos para que el desembolso de la vuelta a las clases no se haga tan cuesta arriba:
Realizar un inventario y comprar sólo lo necesario. Reutilizar el material escolar que aún se puede aprovechar de años anteriores es fundamental para ahorrar. Es recomendable hacer una lista con lo que realmente falta para evitar compras duplicadas e innecesarias.
Comparar precios y aprovechar las ofertas online es otra opción de ahorro. Internet puede ser un aliado para la compra de material escolar. Además, las grandes superficies y los comercios electrónicos lanzan campañas de descuentos en agosto y septiembre.
La compra en grupo es una opción poco explorada pero muy efectiva. Los padres y madres de un mismo curso o colegio pueden organizarse para adquirir material al por mayor y conseguir mejores precios en lotes de libros y material escolar.
No todo el material es imprescindible desde el primer día. Es posible escalonar las compras a lo largo del curso, priorizar lo básico y dejar el resto para más adelante. Esto permite aprovechar promociones de otoño o incluso la rebajas del Black Friday. Comprar de manera escalonada evita el impacto económico concentrado en septiembre.