El anuncio se produce mientras Washington presiona a la presidenta Claudia Sheinbaum para que tome medidas enérgicas contra la industria china en México. Además de los automóviles, México quiere gravar también las importaciones de acero, juguetes, motocicletas y textiles.
México planea imponer un arancel del 50% a los automóviles procedentes de China y otros países asiáticos, siguiendo el ejemplo del presidente estadounidense Trump. La medida fue propuesta al Congreso como parte de un proyecto de ley más amplio, dijo el miércoles el secretario de Economía, Marcelo Ebrard.
El proyecto de ley pretende imponer aranceles más altos a más de 1.400 categorías de productos procedentes de países con los que México no tiene ningún acuerdo comercial, afectando así a 52.000 millones de dólares (44.000 millones de euros) de importaciones.
Corea del Sur, India, Indonesia, Rusia, Tailandia y Turquía son otros de los países que se verán afectados por el proyecto de ley, que aún debe ser aprobado por el Congreso. Además de los automóviles, México quiere atacar importaciones como el acero, los juguetes, las motocicletas y los textiles, con aranceles propuestos que oscilan entre el 10% y el 50%.
México es el mayor comprador mundial de automóviles chinos
El tipo del 50% sobre los automóviles es más del doble del gravamen actual, fijado en el 15%-20%, y es el máximo permitido por las normas de la Organización Mundial del Comercio. Según datos de la consultora china Automobility, México fue el mayor comprador mundial de automóviles fabricados en China en el primer semestre de este año, por delante de Emiratos Árabes Unidos y Rusia.
México afirma que la propuesta arancelaria pretende fortalecer la producción nacional y proteger el empleo ante la entrada de productos chinos baratos en el mercado local. La Secretaría de Economía señaló en un documento que las medidas salvaguardarían 325.000 empleos industriales y manufactureros en riesgo.
Washington presiona a Sheinbaum para que tome medidas
El proyecto de ley también llega en un momento en que EE.UU. está ejerciendo una presión significativa sobre la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum para que tome medidas enérgicas contra la industria china en México. A Washington le preocupa que México pueda ser utilizado como "puerta trasera" para que los productos procedentes de China eludan los elevados aranceles, sobre todo porque México tiene un acceso favorable al mercado estadounidense.
El USMCA, un acuerdo de libre comercio entre EE.UU., México y Canadá, se revisará el año que viene. La presidenta mexicana se esforzará por preservar el acuerdo apaciguando a EE.UU., aunque los aranceles sobre los productos chinos podrían hacer subir los precios para los consumidores. El Gobierno mexicano cuenta con una mayoría significativa en el Congreso, por lo que es probable que el proyecto de ley sea aprobado.