Iglesias se inclina por inaugurar una taberna que se llamará Garibaldi, en honor a un batallón de la República contra la sublevación del general Francisco Franco durante la guerra civil española.
La carta de cócteles presenta a un importante actor de la política de izquierdas, lo que sin duda complacerá a los acérrimos enemigos del capitalismo: 'Margarita Marcos', 'Mojito Fidel', 'Daquiri Che', 'Zulú Mandela', 'Negroni Gramsci', 'Martini Evita', 'La Pasionara Puerto de Valencia', 'Manhattan First We Take', 'Dry Martini Durruti' y 'Vodka Ludmila'.
Esta variedad de bebidas es obra nada menos que de Pablo Iglesias, el exlíder del partido español de izquierda Podemos, que ha decidido apartarse de la política para abrir un bar.
Pero no podía dejar atrás sus raíces políticas: se llama La Taberna Garibaldi, en referencia al batallón que defendió a la República española de la sublevación del general Francisco Franco durante la guerra civil de 1936-1939.
"Las tabernas son el último bastión de la clase obrera", como decía el filósofo marxista checo-austriaco Karl Kautsky, reza uno de los carteles del bar, cuya apertura está prevista para la próxima semana en el barrio madrileño de Lavapiés.
Cuando Podemos inició su andadura en 2012, este partido que nació como un movimiento de protesta reescribió el curso de la historia política del país al acabar con el bipartidismo que dominaba esta joven democracia.
Al servicio del pueblo, al servicio de las copas
Más de una década después, quizás cansado de la polarización de la política española, Iglesias ha optado por un camino diferente para luchar por los derechos de los trabajadores: a través de la bebida. El bar también ofrecerá veladas sociales y culturales, en las que Iglesias quizás exponga las bondades de la vida socialista.
Para que el bar sobreviva en el mundo capitalista de la España actual, tendrá que obtener beneficios, por supuesto. En cualquier caso, Iglesias no sería el primer político que elude la molestia de intentar hacer del mundo un lugar mejor y opta por una vida más fácil.
Ed Balls, exsecretario de Estado británico para la Infancia, la Escuela y la Familia, dejó la política y apareció para deleite de la nación en 'Strictly Come Dancing', un programa de televisión en el que famosos intentan demostrar que saben bailar. Ahora presenta 'Good Morning Britain', un programa de televisión diario.
Puede que la televisión matutina no esté exenta de estrés, pero está muy lejos de los ajetreos del Parlamento. Otros, por supuesto, han optado por tomar el otro camino: pasar de trabajos inusuales a la primera línea de la política.
Alexandria Ocasio-Cortez, también conocida por sus iniciales AOC, es una política estadounidense y activista del Partido Demócrata.
Antes era camarera en un bar y tenía que levantarse para coger el tren al trabajo a las 6 de la mañana, donde sus jefes insistían en que su aspecto era una ventaja.
Por su parte, Sarah Wiener, conocida como la Jamie Oliver de Alemania, renunció a la vida de cocinera famosa para entrar en el menos glamuroso Parlamento Europeo. Wiener es miembro del Partido Verde y está ayudando a sacar adelante una iniciativa de la Unión Europea para hacer más sostenible la agricultura.
Parece que existe una puerta bastante abierta entre los dos mundos de la política y la gastronomía.