La Princesa de Asturias ha pronunciado por primera vez el discurso de cierre de los premios, en una ceremonia celebrada en Oviedo que marca un hito en su creciente papel institucional. Felipe VI ha reconocido emocionado que va cediendo espacio a su hija como futura heredera.
El Teatro Campoamor de Oviedo fue testigo este viernes de un momento histórico en los Premios Princesa de Asturias 2025. Por primera vez, la Princesa Leonor pronunció las palabras de cierre de la ceremonia, un papel que tradicionalmente correspondía al Rey.
El rey Felipe VI lo expresó con emoción: "Leonor ha ido asumiendo gradualmente esta tarea, dando pruebas de madurez y sensibilidad. En consecuencia, me corresponde ir cediéndole este espacio". Sus palabras provocaron una ovación entre los asistentes.
El monarca, que ha asegurado que continuará vinculado a los premios, a la Fundación y a Asturias, dedicó parte de su intervención a reflexionar sobre la educación en valores como pilar de la convivencia democrática. "Educar en valores consiste en encontrar ese camino intermedio entre la comunidad y la persona, entre el respeto por lo colectivo y el valor del individuo", afirmó.
Cartas personales a cada galardonado
Leonor abrió su discurso con una reflexión generacional: "Aun siendo de la generación Z e hija de una X y de un boomer, tengo la sensación de que una carta permite pararse, profundizar y pensar más". La heredera había escrito una carta personal a cada uno de los ocho premiados de esta edición.
A Mario Draghi, galardonado con el premio de Cooperación Internacional, le expresó su admiración por su papel al frente del Banco Central Europeo en uno de los momentos más frágiles del proyecto europeo. A Serena Williams, premio de los Deportes, le dedicó palabras entrañables sobre su transformación del tenis y añadió un guiño personal sobre la complicidad entre hermanas: "Es bonito lo que dices de tu hermana: 'sin Venus no habría habido Serena'. Las hermanas cómplices son nuestras grandes compañeras de viaje".
También tuvo palabras para la genetista Marie-Claire King, por su trabajo pionero en la identificación de genes asociados al cáncer y su compromiso con los nietos de desaparecidos por la dictadura argentina; para la fotógrafa Graciela Iturbide, cuya obra admira profundamente; para el filósofo Byung-Chul Han, que la invita a practicar "la paciencia, la introspección y la lectura profunda"; y para Eduardo Mendoza, a quien agradeció su capacidad para despertar la curiosidad entre los jóvenes y "aparcar el scroll infinito".
Un llamamiento a los valores esenciales
La Princesa cerró su intervención con un mensaje sobre convivencia y respeto: "La convivencia no es fácil, pero es el único camino para lograr el progreso compartido". Leonor apeló a confiar "en la libertad frente al miedo, en la justicia frente a la arbitrariedad, en la democracia frente a la intolerancia".
Su discurso también incluyó un llamamiento a volver a lo esencial: el respeto por quienes piensan diferente, no olvidarse de quienes no lo tienen fácil para tener un hogar, y la necesidad de salir de las trincheras para construir confianza. "Si no miramos al otro, no sabremos construir confianza", afirmó.
Este sábado, la princesa Leonor dará un nuevo paso en su agenda institucional al asumir por primera vez la entrega del Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias 2025, que ha recaído en Valdesoto (Siero), consolidando así su creciente protagonismo en la vida pública española.