La sustitución de la leche reduce la huella de carbono de la pasta para untar, pero los expertos afirman que el mayor problema radica en el aceite de palma y, si este se reemplazara, el impacto ambiental sería más favorable.
El gigante de la alimentación Ferrero ha empezado a vender una versión vegana de su crema de avellanas Nutella en Francia, Bélgica y su país de origen, Italia.
Fácilmente identificables por su tarro verde, las Nutellas veganas pretenden satisfacer una demanda creciente de productos que eviten los de origen animal, según informó Ferrero en un comunicado el martes.
En lugar de leche desnatada en polvo, la receta añade ingredientes vegetales como garbanzos y sirope de arroz. Como las Nutellas veganas se fabrican en unas instalaciones en las que se manipula leche, no son aptas para su consumo por personas alérgicas a las proteínas lácteas, advirtió la empresa.
¿Tienen las Nutella veganas una menor huella de carbono?
La sustitución de la leche de vaca por productos menos intensivos en carbono significa que estas Nutellas veganas deberían ser menos dañinas para el planeta que sus homólogas tradicionales.
Aunque sigan emitiendo metano, "las proteínas vegetales son mejores para el clima que las proteínas lácteas", afirma Corentin Biardeau, ingeniero agrícola y alimentario del 'think tank' sobre el clima The Shift Project.
Así lo avalan los datos de la plataforma de contabilidad del carbono CarbonCloud. Calcula que la leche desnatada en polvo genera 15,5 kg de CO2e por kg, mientras que los garbanzos suponen apenas 0,4 kg de CO2e y el sirope de arroz integral 1,77 kg de CO2e (no hay datos de Carbon Cloud para el sirope de arroz blanco).
La Nutella vegana sigue conteniendo el controvertido aceite de palma
Sin embargo, la leche en polvo solo representa una pequeña parte (8,7%) de la receta de Nutella. "Sustituirla tiene cierto efecto, pero no es ahí donde radica el gran problema", afirma Biardeau. "Si Ferrero hubiera apostado realmente por un producto ecológico, habría tenido que sustituir primero el aceite de palma", añade.
El aceite de palma, que contribuye a la deforestación del sudeste asiático, sigue siendo un componente clave de la receta, aunque su porcentaje exacto no figure en la etiqueta del producto.
Barato y con un rendimiento insuperable, el aceite de palma es el aceite vegetal más consumido en el mundo. Producido principalmente en Indonesia y Malasia, el 80% del aceite de palma se destina a la alimentación, el 10% a la cosmética y el 10% a los biocombustibles.
Alternativas como el aceite de colza y girasol emiten entre dos y tres veces menos dióxido de carbono que el aceite de palma, según la base de datos de la agencia medioambiental francesa Agribalyse. Estos aceites sustitutos liberan de media 2,28 kg de CO2eq por kg y 2,58 kg respectivamente, frente a los 6,04 kg del aceite de palma, señala.
Desconcierto ante el precio más elevado de la versión vegana
Algunos expertos también cuestionan el precio de este producto, más caro que el de base láctea. Mientras que un tarro de 350 g de Nutella vegana sale a casi 12 euros el kilo, la versión clásica cuesta entre 6 y 11 euros el kilo (según el formato).
"Nos sorprende que la versión vegana sea más cara, a pesar de que las proteínas vegetales son más baratas que la leche, que probablemente no se paga a precios suficientemente altos a los agricultores", afirma Biardeau.