Los funcionarios afirmaron que el primer ministro Starmer desea un enfoque "pragmático" para colaborar con Pekín en materia de estabilidad mundial, cambio climático y transición a energías limpias.
La ministra de Economía británica viaja este fin de semana a China para impulsar la cooperación económica y financiera, en un momento en que el Gobierno laborista trata de restablecer los lazos con Pekín. Rachel Reeves busca la estabilidad en la relación del Reino Unido con China y pretende contribuir al crecimiento de la mediocre economía británica, según informó el Tesoro en un comunicado el viernes.
"Las reglas fiscales que establecí en mi presupuesto de octubre no son negociables y el crecimiento es la misión número uno de este Gobierno para que nuestro país esté mejor", dijo Reeves a la prensa durante una visita a una tienda de bicicletas en Pekín.
"Por eso estoy en China, para desbloquear beneficios tangibles para las empresas británicas que exportan y comercian en todo el mundo, para garantizar que tenemos un mayor acceso a la segunda mayor economía del mundo".
La reactivación del diálogo económico, la guerra de Ucrania y los derechos en Hong Kong, entre los temas a tratar
Uno de los focos del viaje de Reeves es reactivar el 'Diálogo Económico y Financiero China-Reino Unido', unas conversaciones bilaterales anuales suspendidas desde 2019 debido a la pandemia del COVID-19 y al deterioro de las relaciones en los últimos años. Las conversaciones se archivaron después de que los lazos se agriaran tras una serie de acusaciones de espionaje por ambas partes, el apoyo de China a Rusia en la guerra de Ucrania y la represión de las libertades civiles en Hong Kong, antigua colonia británica.
La parte británica quiere que el diálogo ayude a derribar las barreras a las que se enfrentan las empresas del Reino Unido cuando buscan exportar o expandirse a China. Las autoridades dijeron que, aparte de discutir formas de profundizar en el comercio y la cooperación, Reeves también instará a Pekín a poner fin a su apoyo material y económico al esfuerzo bélico ruso en Ucrania y planteará la cuestión de los derechos y libertades en Hong Kong.
La delegación incluye al gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, y a los directores generales de la Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido y del Grupo de la Bolsa de Londres. También participan altos ejecutivos de algunas de las mayores empresas británicas de servicios financieros, como los presidentes de los grupos HSBC y Standard Chartered.
Durante su estancia en Pekín, se espera que Reeves visite las principales marcas británicas que operan en China, como Jaguar Land Rover, el distribuidor de whisky Diageo y el fabricante de bicicletas Brompton.
Su visita se produce después de que el ministro de Asuntos Exteriores, David Lammy, viajara a China en octubre y de que el primer ministro, Keir Starmer, se reuniera con el presidente chino, Xi Jinping, al margen de la Cumbre del G20 celebrada en Brasil en noviembre.
Las reuniones forman parte de un intento de Starmer, elegido primer ministro en julio, de reforzar los lazos políticos y económicos con China, cuarto socio comercial del Reino Unido, según el Tesoro. Los funcionarios dijeron que Starmer quería un enfoque "pragmático" para trabajar con Pekín en la estabilidad global, el cambio climático y la transición a energías limpias.
Pero algunos miembros del Partido Conservador, en la oposición, han criticado su postura y han afirmado que los lazos comerciales no deben ir en detrimento de la seguridad nacional y los derechos humanos.
Los líderes políticos y los jefes de los Servicios de Inteligencia británicos han advertido en repetidas ocasiones de las amenazas que China supone para la seguridad. El mes pasado, se intensificaron los llamamientos para hacer frente a este desafío cuando se supo que un presunto espía chino había cultivado estrechos lazos con el Príncipe Andrés y llevado a cabo "actividades encubiertas y engañosas" para el Partido Comunista en el poder en China, según las autoridades.
No obstante, el ministro de Asuntos Exteriores, David Lammy, dijo el jueves a los periodistas en Londres que "hay muchas áreas del comercio que no afectan a la seguridad nacional". Dijo que Reeves "repetirá muchos de los mensajes que llevé a China".