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Elecciones alemanas: ¿Por qué los partidos políticos prometen más deportaciones?

Agentes de la policía federal alemana controlan coches en el puesto fronterizo austro-alemán de Kiefersfelden.
Agentes de la policía federal alemana controlan coches en el puesto fronterizo austro-alemán de Kiefersfelden. Derechos de autor  AP Photo
Derechos de autor AP Photo
Por Liv Stroud
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Tanto los grandes partidos como los minoritarios prometen más expulsiones y más rápidas para resolver el debate sobre la inmigración, cuando el país se dispone a celebrar elecciones del domingo 23 de febrero.

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Mientras Alemania se prepara para las elecciones generales del próximo domingo, la inmigración se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los votantes. Hace dos semanas, un debate en el Parlamento alemán desencadenó protestas en todo el país después de que el líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Friedrich Merz, impulsara una moción no vinculante para endurecer las normas migratorias. Por primera vez en la historia de posguerra del país, aceptó los votos del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), lo que desató una condena generalizada.

A pesar de las críticas a las propuestas de Merz y su disposición a trabajar con la extrema derecha, los demás partidos políticos alemanes también han pedido leyes migratorias más estrictas. Los socialdemócratas (SPD) del actual canciller Olaf Scholz y el partido de Los Verdes se han movido a la derecha en materia de inmigración, prometiendo un aumento y una aceleración de las expulsiones de Alemania.

'Euronews' trató de entender por qué tanto los partidos establecidos como los populistas están capitalizando las deportaciones como solución al debate migratorio y método para atraer votantes.

¿Una situación que "no funciona"?

El legislador de la CDU Christoph De Vries dijo a 'Euronews' que el actual modelo de deportación a escala europea es disfuncional y que urge un cambio. La deportación es un proceso legal de expulsión de los no ciudadanos que no tienen derecho legal a permanecer en el país, normalmente personas cuya solicitud de asilo no ha prosperado, que carecen de permiso de residencia válido o extranjeros que han sido condenados por delitos graves.

El modelo de deportación alemán sigue la legislación nacional y de la UE, y los 27 Estados miembros del bloque tienen flexibilidad para aplicar las normas de deportación. En 2023, Alemania deportó a unas 16.430 personas, lo que supone un notable aumento respecto a años anteriores. En los 11 primeros meses de 2024, un total de 18.384 personas fueron deportadas de Alemania. A pesar de ello, los políticos presionan para que haya más deportaciones.

Según De Vries, las deportaciones no siempre se llevan a cabo, ya que "hasta el 60%" de los que llegan destruyen deliberadamente sus pasaportes al entrar en Alemania, lo que dificulta a las autoridades establecer su identidad. Otros obstáculos son la falta de cooperación de los países a los que alguien debe ser devuelto.

"Los países de origen se niegan a menudo a acoger a sus nacionales, a pesar de que están legalmente obligados a hacerlo en virtud del Derecho internacional. Y, por supuesto, a menudo se dan situaciones en las que las personas sujetas a deportación la eluden simplemente escondiéndose o no estando presentes cuando llega la policía", dijo De Vries. "Si la gente tiene la impresión de que los extranjeros obligados a marcharse se quedan independientemente del resultado de sus procedimientos de asilo, se socava la confianza en el Estado de Derecho. Por eso tenemos que mejorar en este ámbito", explicó.

Daniel Thym, experto en derecho migratorio, culpa a la "lentitud" de las autoridades de los fallos del sistema de expulsiones alemán. Según él, las agencias no cooperan eficazmente, hay demasiados casos y los procedimientos son innecesariamente complejos. "Esto crea una situación general que no funciona", afirma Thym.

Solicitantes de asilo frente a trabajadores cualificados

Según De Vries, hay una diferencia entre solicitantes de asilo y trabajadores cualificados: estos últimos son los que necesita Alemania. Para De Vries, los solicitantes de asilo llegan en gran número y tienden a sobrecargar los sistemas sociales en lugar de incorporarse al mercado laboral, y las estadísticas muestran que los inmigrantes solicitantes de asilo suelen depender más del sistema de seguridad social alemán.

"Estas personas no hablan alemán, están inicialmente en paro, alojadas por el Estado, y además se aprovechan de las muy generosas prestaciones sociales de Alemania. Son dos formas de migración muy diferentes", dijo Thym. Los trabajadores cualificados que se necesitan "no vienen porque Alemania no es un destino atractivo para ellos. Es demasiado burocrático, y nuestros procesos administrativos son excesivamente complejos", afirmó.

El Gobierno no ha hecho lo suficiente para atraer a trabajadores cualificados, opina De Vries. Además, el debate político tiende a confundir ambas categorías. "Necesitamos separar urgentemente estas dos cosas (solicitantes de asilo y trabajadores cualificados). No debemos mezclarlas. Tenemos que limitar y reducir estrictamente la migración de asilo, y al mismo tiempo atraer a más trabajadores cualificados", De Vries.

Falta de centros de internamiento

Según cifras del Ministerio del Interior alemán, alrededor del 60% de las deportaciones fracasan. Mientras tanto, las personas que no han sido deportadas deben ser alojadas en algún lugar, lo que añade más factores a la ya de por sí compleja cuestión. Tanto De Vries como Andreas Roßkopf, jefe del mayor sindicato policial alemán, sostienen que no hay suficientes lugares de detención para albergar a los inmigrantes destinados a la deportación.

De Vries afirma que hay "unas 225.000 personas en Alemania que deben abandonar el país, de las cuales unas 45.000 son objeto de deportación forzosa". Sin embargo, en realidad, sólo hay unos cientos de lugares de detención para deportados. Otro factor, según De Vries, es la falta de cooperación entre los estados federados, que son los responsables de llevar a cabo las deportaciones, y el Gobierno federal.

Porcentaje de deportaciones fallidas en Alemania
Porcentaje de deportaciones fallidas en Alemania Euronews

Como las autoridades no pueden detener a las personas que quieren deportar, explicó Roßkopf, muchas buscan formas de eludirlas o se esconden. Roßkopf sostiene que las autoridades necesitan aumentar significativamente los espacios para retener a los delincuentes y criminales reincidentes y llevar a cabo las deportaciones con eficacia. "Además, necesitamos urgentemente acuerdos con los países de origen y terceros países para garantizar que (estas categorías de deportados) puedan ser devueltos. Eso significa que estos países también deben aceptar acogerlos de vuelta", dijo Roßkopf.

La cuestión de la deportación ha saltado a la palestra en Alemania tras una serie de atentados mortales en las ciudades de Solingen y Aschaffenburg. En ambos casos, el sospechoso era un inmigrante cuya expulsión estaba prevista. El atentado de Solingen, en el que murieron tres personas y ocho resultaron heridas, fue presuntamente perpetrado por un ciudadano sirio que iba a ser expulsado a Bulgaria. El día de su deportación, las autoridades no pudieron localizarlo.

Aunque hay personal suficiente para llevar a cabo las deportaciones, dijo Roßkopf, debe haber una mejor coordinación entre las autoridades. Las medidas de Merz para endurecer las normas migratorias pueden haber provocado una reacción negativa, pero según Roßkopf, muchos elementos en ellas no eran nuevos.

Sin embargo, una de las propuestas de Merz, rechazar en las fronteras alemanas a las personas sin documentos de entrada válidos, sí contradice la legislación europea en materia de asilo. "Necesitamos seguridad jurídica", dijo Roßkopf. "Si eso se da y nuestros colegas pueden trabajar dentro de un marco legal claro, entonces sería sin duda una medida para frenar aún más la migración".

Entre los elementos de las propuestas de Merz en materia de migración figuran la detención inmediata de quienes vayan a ser deportados, el aumento de los espacios de detención y las deportaciones diarias. Ha propuesto que los "individuos peligrosos" que deban abandonar el país permanezcan en "detención de salida indefinida" hasta que regresen voluntariamente a su país de origen o sean deportados. Además, Merz argumentó que deberían reforzarse los poderes policiales en los estados alemanes para hacer cumplir las deportaciones.

¿Un problema europeo?

El debate sobre inmigración y deportaciones no se limita a Alemania. "Creo que tenemos que ser muy abiertos y honestos en este debate: las deportaciones no funcionan satisfactoriamente en ningún Estado miembro de la UE", dijo De Vries. "Y esto nos lleva en la CDU a la conclusión de que debemos detener la inmigración ilegal en Alemania, pero sobre todo en toda Europa, porque vemos lo difíciles que son las deportaciones. Una vez que la gente ha entrado, los obstáculos jurídicos y prácticos para la deportación son tan grandes que nunca podremos gestionarla satisfactoriamente, como sería necesario y deseable", explicó.

La CDU espera que, si consigue frenar la inmigración en las fronteras alemanas, sus planes creen un 'efecto dominó' en todas las fronteras de la Unión Europea, de modo que la gente "deje de hacer el viaje cuando sepa que no tiene ninguna posibilidad de entrar en Alemania, Francia o España". Según De Vries, los países europeos deberían colaborar para resolver la cuestión del asilo. A menos que los partidos mayoritarios resuelvan los fallos de la política de asilo, los partidos populistas de derechas se promoverán como respuesta al problema.

"Debe haber las mismas condiciones para todos los que buscan asilo y protección" en toda Europa, dijo Roßkopf. "Necesitamos un sistema de distribución claro para todos, y debemos proteger mejor las fronteras exteriores de Europa. Esto requiere un refuerzo significativo de Frontex, que debe trabajar con los gobiernos nacionales para garantizar una mejor protección de las fronteras; de lo contrario, la libre circulación dentro de Europa está en peligro.", según Roßkopf.

A pesar de ello, los críticos sostienen que las propuestas de Merz contradicen la legislación de toda la UE y corren el riesgo de enfadar a otros Estados miembros que no están de acuerdo con cambiar la política común de asilo. Thym afirma que, para sortear las dificultades, Merz quiere crear una "cláusula de emergencia en los tratados europeos". Igual que Italia ya no se adhiere a ellos. Sin embargo, no se puede predecir definitivamente si esto se ajusta a derecho. Hay algunos argumentos a favor y muchos en contra".

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