La propuesta relaja la normativa sobre construcción y reintroduce un pesticida prohibido desde 2018. La izquierda trata de paralizar su aprobación en la Asamblea Nacional.
Cientos de agricultores -y sus tractores- llegaron este lunes a París, aparcando ante las puertas de la Asamblea Nacional francesa. ¿Su objetivo? Apoyar una proposición de ley presentada por el diputado Laurent Duplomb, miembro de los Republicanos por la circunscripción del Alto Loira, al sur de Lyon.
Su proposición, conocida como la ley Duplomb, promete aliviar lo que muchos en el ámbito agrícola consideran asfixiantes trabas administrativas. Propone, entre otras normas, simplificar la construcción de instalaciones ganaderas y depósitos de agua, además de permitir un pesticida prohibido desde 2018 en el país, el acetamiprid. Este producto, aún permitido en otros países de la Unión Europea, ha hecho saltar las alarmas entre ecologistas y apicultores por su impacto en los insectos polinizadores y los posibles riesgos para la salud de las personas.
La norma ha superado su tramitación inicial en el Senado y ya se encuentra en la Asamblea, la Cámara Baja, donde tiene altas probabilidades de ser aprobada a pesar de las decenas de enmiendas del resto de grupos. Debido a ello, la organización convocante de agricultores, la FNSEA, ha decidido dar por finalizadas las movilizaciones. En una entrevista con 'RMC', Arnaud Rousseau, presidente del mayor sindicato agrícola, confirmó esta suspensión: "Los tractores vuelven a las granjas, aunque habíamos previsto seguir allí este martes y miércoles". Explica, sin embargo, que "permanecen vigilantes".
Los partidos verdes y de izquierda presentaron unas 3.500 enmiendas al texto en un intento de retrasar su votación. Varios legisladores de centro y extrema derecha han maniobrado a su vez, aprobando una moción para evitar que la tramitación se alargue en exceso debido a las mociones. Los conservadores se alinean así con las pretensiones de los agricultores, que no querían ver diluida la ley por culpa de estas enmiendas: el rechazo al debate salió adelante por 274 votos a favor y 121 en contra.
La propuesta pasa ahora a una comisión mixta de siete senadores y siete diputados, la mayoría de ellos favorables a las demandas de los agricultores. La comisión tendrá que acordar una versión común que luego se someterá a una votación final por parte de los diputados, esta vez sin posibilidad de enmiendas. La medida ha enfurecido a la izquierda, que ha anunciado su intención de presentar una moción de censura contra el Gobierno de Macron.
"Lo que todos queremos es vivir y simplemente sobrevivir"
Para muchos de los agricultores presentes en la protesta, este proyecto de ley representa una oportunidad de aliviar las crecientes presiones económicas y normativas en el sector primario.
Clément Patoir, agricultor de cereales de 19 años, describe cómo los trámites burocráticos alejan a los jóvenes del oficio. "Hoy en día hay menos jóvenes que quieran ser agricultores. Muchos hijos de agricultores tienen que oír constantemente que sus padres luchan con las normativas. Es un trabajo complicado, trabajas muchas horas, y no necesariamente te recompensan. La mayoría de los agricultores franceses intentan sobrevivir. Lo que todos queremos es vivir y no sobrevivir. Así que se agradecerían menos trabas y una simplificación", declara Patoir a 'Euronews'.
Otro joven agricultor de remolacha azucarera, Pierrick, dice que el proyecto de ley trata de mantener los niveles de producción. El pesticida acetamiprid es considerado esencial por muchos productores de remolacha azucarera y avellanas. "Hoy en día, nos están quitando poco a poco todos los métodos de producción para producir todo lo que podamos. Además, siempre tenemos limitaciones administrativas que aumentan nuestra carga de trabajo... Pero para mantener los niveles de producción que tenemos, no, hoy en día no hay ninguna alternativa que funcione", explica.
Los partidarios del proyecto de ley sostienen que la relajación de las restricciones será fundamental para evitar la dependencia de las importaciones y mantener la competitividad del sector agrícola francés. Pero los ecologistas y los legisladores de izquierdas lo consideran peligroso. Entre los que se han reunido en París para oponerse a ella estaba Gabriel Bertein, alcalde de izquierdas, quien advirtió de los daños a largo plazo para la biodiversidad y la salud del suelo. "Si se aprueba este tipo de proyecto de ley, será señal de que vamos hacia atrás. Abrimos las puertas a un mayor uso de productos pesticidas que sabemos que son peligrosos para la vida", declara ante 'Euronews' mientras es abucheado por un grupo de agricultores.
El político añade que la financiación estatal debería orientarse hacia prácticas agrícolas más sostenibles. "Debemos dejar de ayudar y subvencionar un tipo de agricultura intensiva que no va en la buena dirección. Es urgente cambiar de rumbo, centrarnos en estos temas". También hay previstas manifestaciones en Bruselas la próxima semana, contra las normas medioambientales y la agenda de política ecológica de la UE. La próxima semana también se han previsto protestas en Bruselas contra las normas medioambientales comunitarias.