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Dinamarca asume la presidencia de la UE en tiempos de guerra: esto es lo que podemos esperar

Dinamarca asume la Presidencia del Consejo de la UE.
Dinamarca asume la Presidencia del Consejo de la UE. Derechos de autor  AP
Derechos de autor AP
Por Jorge Liboreiro & vídeo por Gregoire Lory
Publicado Ultima actualización
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El tema de la Defensa encabeza la agenda de Copenhague durante la presidencia semestral rotatoria del Consejo de la Unión.

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Dinamarca ha asumido oficialmente la presidencia semestral rotatoria del Consejo de la UE con dos grandes prioridades: la seguridad y la competitividad. La tarea suele ser un duro reto, pero será más formidable debido a la extrema incertidumbre y volatilidad a que se enfrenta hoy la Unión Europea.

"Europa se encuentra en un momento decisivo", ha dicho la primera ministra danesa Mette Frederiksen en su mensaje de bienvenida. "El mundo que aseguró nuestra libertad y nos hizo prosperar ya no puede darse por sentado". El país hereda de Polonia la responsabilidad de mediar entre los otros 26 Estados miembros en debates complejos y tensos, redactando compromisos y sentándose cara a cara con el Parlamento Europeo para negociar legislación.

El presidente estadounidense ha amenazado con invadir Groenlandia, territorio semiautónomo danés.
El presidente estadounidense ha amenazado con invadir Groenlandia, territorio semiautónomo danés. Geert Vanden Wijngaert / AP

Es la octava vez que los daneses asumen la presidencia rotatoria. Su reputación en Bruselas como operadores pragmáticos, eficientes y con la cabeza fría es un buen augurio para sortear las agudas y a menudo insolubles divisiones entre capitales. Esto es todo lo que hay que saber sobre la presidencia danesa.

Trump, en el punto de mira

Que la presidencia danesa se desarrolle sin sobresaltos o caiga en el caos podría no depender de Bruselas, sino de una capital que se encuentra a más de 6.000 kilómetros de distancia. El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha sacudido profundamente a los europeos, obligándoles a reaccionar para protegerse de las ondas expansivas desatadas por el presidente. En materia de comercio, por ejemplo, Trump intenta rediseñar unilateralmente el orden económico posterior a la Segunda Guerra Mundial con aranceles generalizados.

La Comisión Europea aún confía en alcanzar un acuerdo preliminar con la Casa Blanca antes de la fecha límite del 9 de julio para evitar el peor de los escenarios: un arancel del 50%. Pero si el acuerdo es inferior a las expectativas -o si no hay acuerdo en absoluto- el Ejecutivo comunitario se prepara para contraatacar con aranceles de represalia contra los productos fabricados en Estados Unidos.

Dinamarca se encargará a partir de ahora de garantizar que los 27 actúen al unísono y cierren filas en torno a la Comisión. El país es un defensor tradicional de los mercados libres y abiertos: las exportaciones representan casi el 70% de su PIB, con marcas emblemáticas como Lego, Ozempic y Carlsberg que se venden en todo el mundo.

Pero para Dinamarca, Trump no solo representa un problema comercial, sino también una amenaza existencial: el presidente estadounidense se ha negado a descartar el uso de la fuerza militar o la coerción económica para apoderarse de Groenlandia, territorio semiautónomo del Reino de Dinamarca.

Dinamarca es una aliada vocal de Ucrania.
Dinamarca es una aliada vocal de Ucrania. A`P

La presidenta Mette Frederiksen, una de las pocas líderes socialdemócratas de peso que quedan en Europa junto con su homólogo español, toma el testigo en un momento en que la UE se siente asediada por innumerables crisis internacionales, empezando por la más cercana: la guerra de Rusia contra Ucrania.

Desde el inicio de la invasión, Dinamarca ha sido un firme defensor de Ucrania, convirtiéndose en uno de los mayores donantes de ayuda militar. Según el Instituto de Economía Mundial de Kiel, Copenhague ha prometido 8.600 millones de euros en armas y munición, superando a países más grandes como Francia, Italia, España y Polonia. La presidencia danesa pretende aumentar estas entregas a nivel de la UE y compensar la disminución de la ayuda proporcionada por la Administración Trump. Al mismo tiempo, está decidida a apretar las tuercas al Kremlin para paralizar su maquinaria bélica.

En este sentido, la presidencia ha tenido un comienzo difícil: Eslovaquia ha vetado el 18º paquete de sanciones por una disputa respecto a la eliminación progresiva de los combustibles fósiles rusos. Robert Fico, su primer ministro prorruso, ha pedido una compensación económica. Dinamarca tendrá que hacer frente a otro veto en otra de sus grandes prioridades: la ampliación de la UE, que el programa oficial define como una "necesidad geopolítica".

Hungría sigue bloqueando la apertura de grupos de negociación con Ucrania, a pesar de que la Comisión ha concluido que el país asolado por la guerra cumple todos los criterios para iniciar sus negociaciones de adhesión. La semana pasada, el primer ministro Viktor Orbán justificó su enésimo veto tras un referéndum realizado en Hungría al respecto. Varios funcionarios y diplomáticos han comenzado a barajar la idea de desvincular la adhesión de Moldavia con respecto a la ucraniana para que, al menos, la primera avance.

Dinamarca ha cambiado su posición con respecto al presupuesto de la UE.
Dinamarca ha cambiado su posición con respecto al presupuesto de la UE. AP

Se acabó la frugalidad de los 'halcones'

A Vladímir Putin se le puede atribuir el mérito de haber impulsado una de las reinvenciones políticas más espectaculares de la historia reciente del bloque. Ya en 2020, Mette Frederiksen se unió a un grupo de líderes que abogaba por la disciplina fiscal y la prudencia en el gasto en el presupuesto plurianual que se negociaba entonces. Dinamarca, junto con Países Bajos, Austria y Suecia, se opuso a la visión expansionista propugnada por Francia y el sur de Europa y que acabó triunfando con el desarrollo de los fondos de recuperación pospandemia, en contraste con la gestión de la crisis económica de la década anterior.

Cinco años después, Frederiksen ha cambiado de bando. "Como daneses, siempre seremos duros en las negociaciones presupuestarias", declaró el mes pasado. "Pero formar parte de los Cuatro Frugales ya no es el lugar adecuado para nosotros". En su opinión, la guerra de Rusia contra Ucrania ha transformado irreversiblemente la ecuación financiera del bloque y ha puesto el rearme por encima de "todas las demás prioridades y todos los demás principios". Si la UE no desarrolla las capacidades necesarias para defenderse, "se acabó el juego", advirtió.

Frederiksen no es la única. Ursula von der Leyen también ha abrazado la idea de que la seguridad es lo primero y se espera que sitúe el gasto en Defensa en el centro del próximo presupuesto plurianual (2028-2034), que presentará antes de las vacaciones de verano. Esto significa que Dinamarca iniciará el debate sobre el proyecto de presupuesto, midiendo las posiciones entre los Estados miembros. Alemania, por ejemplo, ya ha descartado el endeudamiento común con carácter permanente.

"Las categorías que hemos tenido en el pasado siguen existiendo, es decir, los frugales frente al resto. Pero las agrupaciones están cambiando: el quién forma parte de los frugales está cambiando", afirma Janis Emmanouilidis, subdirectora ejecutiva del European Policy Centre (EPC). "Mucho dependerá de que otros Estados miembros como Dinamarca presionen a otros que aún siguen con un enfoque muy frugal".

La vigencia del frágil Pacto Verde europeo, en el aire

Dinamarca quiere mantener las ambiciones originales del Pacto Verde.
Dinamarca quiere mantener las ambiciones originales del Pacto Verde. AP

Reducir la burocracia se ha convertido en la tendencia dominante en Bruselas. La agenda económica de la Comisión se centra frontalmente en simplificar la normativa, reducir la carga administrativa y facilitar la actividad de empresas e inversores. Para muchos dirigentes, este gran impulso debería ir en detrimento del Pacto Verde. El alemán Friedrich Merz, la italiana Giorgia Meloni y el polaco Donald Tusk son algunos de los que piden abiertamente la derogación de ciertas leyes medioambientales.

Dinamarca discrepa de este planteamiento y cree que la transición ecológica puede ir de la mano de una economía competitiva, impulsar la prosperidad y crear empleos de alta calidad, en línea con la Comisión Europea. El argumento no es sorprendente: el país nórdico ha conseguido fomentar el crecimiento y la innovación al tiempo que reducía rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero y desplegaba energías renovables, sobre todo parques eólicos marinos, para sustituir los combustibles fósiles importados.

Como declaración de intenciones, Frederiksen ha invitado al Colegio de Comisarios a visitar el Laura Maersk, el primer portacontenedores del mundo capaz de navegar con metanol ecológico. Pero con el bloque inclinado a la derecha y la reacción en contra del Pacto Verde, intensificándose día a día, la presidencia podría encontrarse pronto en una minoría cada vez más reducida.

El giro restrictivo de Dinamarca respecto a la migración

El canciller alemán ha elogiado la política migratoria de Dinamarca, que ha dado con giro conservador con Frederiksen.
El canciller alemán ha elogiado la política migratoria de Dinamarca, que ha dado con giro conservador con Frederiksen. A`P vía DPA

Hay un ámbito político en el que Dinamarca se encuentra en la corriente dominante: la inmigración. Gracias a su cláusula de exclusión voluntaria de las normas migratorias de la UE, el país ha podido desviarse de la norma y adoptar medidas muy restrictivas para frenar el número de solicitantes de asilo y mantener una población relativamente homogénea.

El llamado "modelo danés" se ha hecho cada vez más popular en todo el bloque por parte de los gobiernos conservadores. "Lo que Dinamarca ha conseguido en los últimos años es verdaderamente ejemplar, y juntos también estamos avanzando hacia unas normas de asilo nuevas y más estrictas en la Unión Europea", declaró recientemente el canciller Merz.

La Comisión ha abandonado sus antiguas reticencias y ahora está totalmente a favor de explorar "soluciones innovadoras" para gestionar la inmigración irregular, incluida la construcción de centros de deportación en países lejanos para trasladar a los solicitantes rechazados. Copenhague está dispuesta a utilizar su presidencia para hacer avanzar este proceso, aunque la externalización siga plagada de cuestiones logísticas, financieras y jurídicas, además de éticas.

"El modelo danés de control de la inmigración se anuncia como digno de imitación porque pretende disuadir a los solicitantes de asilo de venir", afirma Céline Mias, directora para la UE del Consejo Danés para los Refugiados (DRC). "Los vientos políticos pueden cambiar, pero nuestros valores y obligaciones con el Estado de derecho y los solicitantes de asilo y refugiados no deben hacerlo".

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