El partido alemán Alternativa para Alemania (AfD), de ultraderecha, ha aprobado un nuevo documento de posición con un código de conducta revisado, buscando proyectar una imagen más "moderada". Esta estrategia tiene como objetivo ganar influencia política.
El grupo parlamentario de la Alternativa para Alemania (AfD) aprobó un nuevo documento de posición en su reunión a puerta cerrada del pasado fin de semana (5 y 6 de julio de 2025). "Alemania está en crisis", reza el informe en la página web del grupo parlamentario de la AfD, subrayando la postura crítica del partido.
"En la reunión de nuestro grupo parlamentario aprobamos un sólido documento de posición", escribió el presidente de la AfD, Tino Chrupalla, en Facebook. La atención del partido sigue centrada en una política migratoria más dura y en recortes fiscales. "Nos centramos mucho en la población trabajadora", declaró a Tagesschau Alice Weidel, copresidenta de AfD. Otro punto clave: "Cerrar y controlar las fronteras", añadió Weidel. Sorprendentemente, la palabra "emigración" no aparece en el documento, como señalaron los periodistas en la rueda de prensa posterior.
La estrategia de "moderación" de la AfD
Al parecer, la AfD busca adoptar una postura más "moderada". El partido populista de derechas aspira a participar en el Gobierno en la próxima legislatura. Este aparente cambio de rumbo en su código de conducta debe evaluarse a la luz de esta ambición y podría representar una nueva estrategia de la AfD en respuesta a la disputa legal sobre su categorización como partido de extrema derecha.
Sin embargo, las opiniones dentro de la AfD difieren mucho en cuanto a la necesidad de este cambio. El director parlamentario del grupo parlamentario de la AfD, Stephan Brandner, cree que tal modificación es innecesaria. Las encuestas sobre la AfD muestran que la mayoría de sus votantes potenciales "no quieren ningún cambio en absoluto", afirma Brandner.
Críticas al Gobierno y búsqueda de alianzas
La rueda de prensa posterior al encuentro comenzó con fuertes críticas al Gobierno actual. Weidel acusó al canciller Friedrich Merz de "fraude electoral". "Siguen con la misma política verde-izquierdista de antes", sentenció Weidel. La copresidenta de la AfD subrayó que el grupo parlamentario de la AfD es "el doble de fuerte que el anterior". No obstante, los críticos afirman que el partido aún está lejos de tener una influencia real, ya que ninguno de los partidos en el Bundestag está dispuesto a cooperar con él.
Sin embargo, la decisión de la AfD de presentar un frente más "unido" demuestra su esfuerzo por cambiar esta situación. El partido pretende mantener sus políticas básicas, como muestra el documento de posición, pero parece querer modificar su forma de presentarse. Queda por ver si esto bastará para convencer a otros partidos, como la CDU, de que cooperen.
Esta posibilidad no puede descartarse por completo. Al fin y al cabo, el canciller alemán Friedrich Merz ha cambiado a menudo de rumbo en política. Más recientemente con el impuesto sobre la electricidad, cuyos recortes para los hogares privados ya no están previstos por el momento. O antes de las elecciones federales de 2025, cuando aceptó la ayuda de la AfD para seguir adelante con su política de asilo.
En el futuro, la AfD también podría trabajar con un partido completamente diferente que podría estar dispuesto a cooperar: la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW). La fundadora de BSW está abierta a mantener conversaciones con la AfD, según informa 'Spiegel'. Chrupalla también estaría disponible para mantener conversaciones con Wagenknecht, según declaró a 'Welt TV'. Si bien el BSW no logró entrar en el Bundestag en las últimas elecciones, esta situación podría cambiar en las próximas.