Oficialmente, la UE coopera con el Gobierno de Unidad Nacional con sede en Trípoli, al oeste. Sin embargo, también se están produciendo intercambios con el mariscal Hafter en el este, no reconocido por la comunidad internacional.
El comisario europeo de Migración, Magnus Brunner, y tres ministros europeos fueron expulsados de Libia esta semana por un "problema de protocolo", según Bruselas, tras tratar de reunirse con el líder paramilitar no reconocido del este del país magrebí, Jalifa Hafter.
Tras una reunión con el Gobierno de Unidad Nacional en Trípoli, que controla una parte minoritaria del Estado fallido libio al oeste, la delegación europea quiso reunirse con el mariscal Hafter en Bengasi, la capital del este, para hablar de la migración ilegal que proviene de las costas libias.
Pero Hafter intentó hacer una artimaña diplomática tratando de imponer la presencia de sus ministros. "Fue simplemente una artimaña para intentar legitimar su Gobierno y la cara civil de su dictadura militar", afirma Tarek Megerisi, investigador principal del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR). "Declaró a los diplomáticos europeos personas 'non gratas' y los envió de vuelta a Europa porque no pudo utilizarlos para esta farsa política que estaba intentando llevar a cabo", opina.
Un país dividido en dos
Actualmente, Libia está dividida en dos. En el oeste del país, el Gobierno de Unidad Nacional, reconocido por la ONU, está dirigido por el primer ministro Abdel Hamid Dbeibah. El este está controlado por su rival, el mariscal Jalifa Hafter, jefe del autoproclamado Ejército Nacional Libio.
"La Unión Europea está trabajando con el Gobierno de Unidad Nacional, surgido del proceso de mediación de Naciones Unidas como Ejecutivo nacional reconocido internacionalmente. La ONU está colaborando con las autoridades de todo el país en consonancia con nuestra política de 'Una sola Libia'", declaró Anouar El Anouni, portavoz de Asuntos Exteriores de la Comisión Europea.
Sin embargo, ante la ausencia de gobernanza centralizada, la división territorial y el reto de la migración, la UE también está colaborando con agentes no estatales. "A un nivel inferior, la UE también está interactuando con líderes de milicias y grupos que gestionan centros de detención. A nivel de los Estados miembros y de algunas representaciones de la UE, se relacionan con la familia Hafter como gobernantes de facto del este de Libia, por lo que afirman que es realismo político", explica Tarek Megerisi.
Una cooperación criticada
La Unión Europea coopera con Libia en la lucha contra la inmigración ilegal y las redes de contrabando. "La UE ha estado trabajando, tanto la UE como los Estados miembros, en particular Italia, con los guardacostas libios en el oeste para intentar reducir los flujos migratorios de una forma u otra", declaró a 'Euronews' James Moran, exembajador de la UE en Libia e investigador asociado del Centro de Estudios Políticos Europeos (CEPS).
"La UE también ha apoyado los esfuerzos libios para recuperar a los inmigrantes una vez que estén de vuelta en suelo libio. Esto, por supuesto, ha sido controvertido porque ha habido muchas preguntas sobre los derechos humanos, sobre el trato que reciben cuando están en Libia", añade. La ONG Amnistía Internacional ha acusado a la UE de complicidad en violaciones de los derechos humanos de los migrantes en Libia.
En los últimos años han aumentado los cruces hacia Europa desde el este de Libia. "La preocupación por la migración es bien conocida en toda Europa. Y como (el mariscal Hafter) controla una parte tan grande de la costa libia, creo que era lógico hablar con él. Lo que no habría tenido sentido habría sido darle cualquier tipo de reconocimiento, de facto o de otro tipo", afirma James Moran.
Sin embargo, sigue habiendo dudas sobre la necesidad de que la UE se reúna con el mariscal Hafter. "Estamos en el proceso de fortalecer un proxy ruso que es antagónico a los intereses europeos. Y así, una vez solucionado todo el embrollo de la crisis actual, está bastante claro que lo que Europa realmente necesita en Libia es un Gobierno estable y soberano", dice Tarek Megerisi a 'Euronews'.
En concreto, acusa a la familia Hafter de explotar la inmigración para intentar obtener concesiones de la UE. En los últimos días, las islas griegas han registrado una gran afluencia de inmigrantes procedentes de Libia.