Las afirmaciones virales en internet parecen exagerar una ley recientemente aprobada que prohibirá los velos faciales en público en Portugal.
Según afirmaciones virales en las redes sociales, Portugal prohíbe todas las leyes y prácticas islámicas, y el incumplimiento de las mismas se sancionará con una multa de 4.000 euros. Un post en X muy compartido, que ha sido visto más de 800.000 veces y ha obtenido miles de "me gusta", afirma que cada vez más países de la UE están dispuestos a seguir su ejemplo. El post va acompañado de un vídeo en el que se afirma que Francia, Italia, Suecia, Austria y Bélgica también van a aplicar las mismas medidas.
Sin embargo, la afirmación de que Portugal -junto con otros países de la UE- está introduciendo una prohibición total de todas las prácticas islámicas es errónea. Esta alegación parece ser una exageración de un reciente proyecto de ley para prohibir el uso del velo facial en lugares públicos, que ha recibido luz verde casi en su totalidad.
A mediados de octubre, el Parlamento portugués aprobó un proyecto de ley que prohíbe el uso de velos faciales en público por razones "de género o religiosas". La legislación fue propuesta por el partido de extrema derecha Chega y recibió el apoyo del partido gobernante de centro-derecha PSD, la Iniciativa Liberal y el partido de centro-derecha CDS-PP. En el proyecto de ley, Chega afirmaba que cuando las personas -especialmente las mujeres- ocultan su rostro, se ven sometidas a "situaciones de exclusión e inferioridad" y que tal acto es incompatible con los principios portugueses de "libertad, igualdad y dignidad humana".
Los opositores de izquierda han respondido argumentando que la política estaba diseñada para dirigirse a las extranjeras, y que si bien no se debe obligar a nadie a llevar velo, era un error singularizar a quienes profesan una fe diferente.
¿Qué le espera a la ley?
Quien incumpla la nueva ley podría enfrentarse a multas de entre 200 y 4.000 euros, según la gravedad del caso. Así pues, las denuncias en internet parecen basarse vagamente en la prohibición del velo facial, pero en última instancia han exagerado y tergiversado la verdad.
La ley se debatirá ahora en una comisión parlamentaria, donde podría ser modificada, antes de volver al pleno para su votación final. El presidente Marcelo Rebelo de Sousa también debe aprobar la ley; de lo contrario, podría vetarla o enviarla al Tribunal Constitucional para su revisión.
Al ser consultado por 'The Cube', el equipo de verificación de 'Euronews', el Gobierno portugués dijo que "niega categóricamente" las acusaciones que circulan en las redes sociales de que el país está prohibiendo todas las prácticas islámicas o imponiendo multas generalizadas relacionadas con la religión islámica.
"La propuesta recientemente aprobada por el Parlamento, que aún está siendo debatida en la comisión parlamentaria de Asuntos Constitucionales, Derechos, Libertades y Garantías, se refiere exclusivamente a la prohibición del uso de prendas destinadas a ocultar el rostro en espacios públicos, independientemente de la religión o el motivo", dijo un portavoz, destacando las posibles multas por incumplimiento que podrían llegar hasta los 4.000 euros. "Portugal es un Estado democrático de derecho, que garantiza plenamente la libertad religiosa consagrada en la Constitución y seguirá respetando a todas las comunidades religiosas", afirmó el portavoz.
Una vez aprobada en su totalidad, Portugal se unirá a países como Austria, Francia, Bélgica y Dinamarca, que ya han prohibido el burka; Chega citó a estos países como modelo cuando presentó la propuesta de prohibición.
No obstante, la prohibición del burka no significa que ninguno de ellos haya prohibido el Islam. En 2011 entró en vigor una ley que convirtió a Francia en el primer país europeo en prohibir llevar velo integral en público. Bélgica siguió su ejemplo ese mismo año, y después Bulgaria (2016), Austria (2017) y Dinamarca (2018). Sin embargo, el ritmo de aplicación de la ley varía de un país a otro, ya que depende de los recursos policiales.
Otros países, como Italia, los Países Bajos y España, tienen prohibiciones parciales que se limitan a regiones o espacios públicos específicos, por ejemplo dentro de escuelas y edificios gubernamentales. Sin embargo, ninguno de estos países ha prohibido el Islam, siendo todos ellos signatarios del Convenio Europeo de Derechos Humanos, cuyo artículo 9 establece que toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. En el ámbito de la UE, el derecho a la libertad de creencias y religión también está consagrado en el artículo 10 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE.