Según un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Europa se enfrenta a un déficit de casi 1 millón de trabajadores sanitarios para 2030. Para cubrir esta brecha, la región ha aumentado su dependencia de profesionales formados en el extranjero.
La dependencia europea de médicos y enfermeros extranjeros va en aumento y podría plantear problemas a los sistemas sanitarios en los próximos años, según advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un nuevo informe. Se prevé que la región europea de la OMS, que abarca 53 países de Europa y Asia Central, se enfrente a un déficit de 950.000 trabajadores sanitarios de aquí a 2030, y ha recurrido a la inmigración para colmar esa laguna.
Según el informe, entre 2014 y 2023 el número de nuevos médicos en la población activa europea casi se triplicó, mientras que el de enfermeros se quintuplicó. Durante ese periodo, el número de médicos formados en el extranjero aumentó un 58% y el de enfermeros formados en el extranjero un 67%. Alemania y el Reino Unido acapararon la mayor parte de ese crecimiento. En 2023, el 60% de los nuevos médicos y el 72% de los nuevos enfermeros del mercado laboral europeo se habrán formado en el extranjero. Esto incluye tanto al personal sanitario de los países europeos vecinos como al de Asia, África o América.
Según el informe, este cambio ha creado una profunda división: los países del este y el sur de Europa están perdiendo personal sanitario en favor de los países del oeste y el norte, lo que agrava la escasez en algunas zonas y la suple en otras. La Dra. Natasha Azzopardi-Muscat, jefa del equipo de políticas y sistemas nacionales de salud de la OMS en Europa, afirmó en un comunicado que "no se trata solo de cifras". "Detrás de cada médico o enfermera que emigra hay una historia de ambición y oportunidad, pero también, a menudo, de tensión en las familias y en los sistemas nacionales de salud que dejaron atrás", añadió.
Retos futuros para los sistemas sanitarios
Estos retos podrían intensificarse en los próximos años debido al aumento de la demanda de atención médica entre la población que envejece, así como a las jubilaciones en el sector sanitario que pueden ser difíciles de sustituir. En algunos países, más del 40% de los médicos tienen 55 años o más. Esto "aumentará inevitablemente la presión para una contratación internacional activa", señala el informe.
Los responsables de la OMS pidieron a los países que redoblaran sus esfuerzos por retener a sus trabajadores sanitarios y mejoraran la planificación de su personal para el futuro. Señalaron que las políticas deben tener en cuenta los diversos factores y efectos de los distintos tipos de trabajo internacional, como la reubicación a largo plazo, los contratos a corto plazo y los desplazamientos diarios transfronterizos. "La migración del personal sanitario es una realidad en el interconectado mercado laboral de Europa, y debe gestionarse de forma más justa y sostenible", afirmó Azzopardi-Muscat.