Descubra cómo el distrito azerbaiyano de Ismayilli se está reinventando, acogiendo a nuevos residentes y artesanos sin comprometer su auténtica identidad rural.
Fácilmente accesible desde Bakú, el distrito azerbaiyano de Ismayilli ha sido durante mucho tiempo una escapada pastoral para los habitantes de las ciudades que buscan un ritmo de vida más pausado. En la actualidad, se está produciendo un renacimiento rural a medida que los recién llegados aportan nuevas energías y habilidades, creando una encantadora mezcla cultural.
En la aldea de Ivanovka, antiguamente el último koljós del Cáucaso, los visitantes pueden explorar la historia local en el Centro Cultural Molokan y comprar miel y queso a granjeros como Andrey Antifeev, cuya miel goza de reconocimiento internacional.
La Galería de Arte Damir muestra el renacimiento creativo del pueblo, acogiendo a artistas de Bakú, mientras que casas de huéspedes como Ohio Inn & Café reciben a visitantes internacionales.
Los amantes del vino pueden visitar la cercana bodega Chabiant, donde el enólogo italiano Marco Catelani pone en valor las variedades de uva tradicionales del país, como Madrasa y Bayan Shira.