Una nueva propuesta permitiría tasas turísticas por pernoctaciones en el Reino Unido, equiparando a las ciudades inglesas con otras de toda Europa.
Quienes pernocten en Inglaterra podrían notar pronto una nueva línea en su factura, ya que el Gobierno ha avanzado para permitir que los alcaldes introduzcan tasas turísticas.
El nuevo recargo sería “modesto”, según el Gobierno, y se aplicaría a hoteles, B&B, alquileres vacacionales y otros alojamientos de pago. Coloca a Inglaterra en consonancia con Escocia y Gales, que ya avanzan con medidas similares.
Los ministros afirman que lo recaudado se destinará a mejorar el transporte, las infraestructuras y el conjunto de la economía turística. Pero la propuesta ya ha suscitado rechazo en el sector hostelero, que advierte de que añadirá costes cuando los precios ya son elevados.
¿Por qué el Reino Unido introduce una tasa turística?
Según los planes actuales, los alcaldes de todo el Reino Unido podrían fijar un gravamen local a los visitantes y reinvertir el dinero directamente en sus áreas.
El Gobierno afirma que los ingresos podrían servir para mejoras del transporte, espacios públicos, programas culturales y la experiencia de viaje.
Inglaterra recibe más de 130 millones de pernoctaciones al año, y los responsables sostienen que incluso un pequeño recargo podría mejorar notablemente las infraestructuras y los servicios públicos sin aumentar el gasto del Gobierno central.
Países cercanos ya han adoptado medidas similares para impulsar la financiación de necesidades locales.
En Escocia, Edimburgo introducirá una tasa turística del cinco por ciento sobre el coste de la habitación por noche a partir de julio de 2026. En Gales, por su parte, los gobiernos locales podrán cobrar 1,30£ (1,50€) por persona y noche desde abril de 2027.
Varios líderes británicos han celebrado el paso, entre ellos el alcalde de Londres, Sadiq Khan, que calificó la medida como “una gran noticia para Londres”.
“Como parte del desarrollo de nuestros planes para la tasa, trabajaremos estrechamente con los sectores de la hostelería y el turismo para asegurar que aporte el máximo beneficio a Londres y a nuestras magníficas empresas”, dijo Khan en un comunicado.
El alcalde de Liverpool, Steve Rotheram, señaló que ciudades como Barcelona y París recaudan decenas de millones cada año con esquemas similares, y defendió que su propia tasa ayudaría a financiar grandes eventos y mejorar las infraestructuras locales.
El alcalde de Manchester, Andy Burnham, afirmó que la región ya tiene una economía turística pujante y que un gravamen ayudaría a sostener un buen crecimiento durante la próxima década.
Los alcaldes del Oeste de Inglaterra, West Yorkshire, York y North Yorkshire, y del Nordeste también han mostrado su apoyo, sosteniendo que una pequeña tasa podría reforzar el transporte, financiar festivales y ayudar al mantenimiento del patrimonio.
Las patronales del sector se oponen
No todos están convencidos de que las tasas turísticas sean una buena idea.
Kate Nicholls, presidenta de la patronal UKHospitality, advirtió de que una tasa turística perjudicial podría costar al público hasta 518 millones de libras (588 millones de euros), según un análisis interno, y que esos costes se trasladarían a los consumidores.
Si se fija al nivel de la próxima tasa de Edimburgo, el cinco por ciento del coste total del alojamiento, “elevará de facto el tipo de IVA al 27 por ciento para quienes trabajan y quieren disfrutar de unas vacaciones en el Reino Unido”, dijo.
Ya está abierta una consulta pública de doce semanas, que cerrará el 18 de febrero. El proceso estudiará cómo deben diseñarse las tasas turísticas del Reino Unido, si es necesario fijar un tope y qué exenciones deberían aplicarse.
Los alojamientos de emergencia, los albergues para personas sin hogar y los emplazamientos registrados para comunidades gitana, romaní y viajera, terrenos donde personas de origen romaní o viajero pueden residir en caravanas o casas móviles, quedarían exentos cuando se usen como vivienda principal.
Según el Gobierno, los alcaldes podrían añadir otras exenciones locales si fuera necesario.
¿Cómo se compara el Reino Unido con otras ciudades europeas?
El Reino Unido dista mucho de ser el primer destino europeo que cobra una tasa turística.
Más de una docena de países de la UE ya aplican tasas en ciudades concretas, de Austria y Bélgica a Grecia y Eslovenia. Estos cargos suelen ir desde 1,50€ por noche hasta un porcentaje de la factura del hotel, recaudados en el registro de entrada o salida.
Algunas ciudades han ido más lejos. Venecia introdujo un cobro de 5€ para excursionistas en 2024. Este año, la ciudad lo ha duplicadoa 10€.
En España, Cataluña aplica una tasa turística desde 2012, con recargos adicionales significativos para Barcelona.
Barcelona incrementó su recargo en octubre del año pasado hasta un máximo de 4€ por noche. Este verano, el ayuntamiento aprobó un plan para subirlo 1€ al año hasta alcanzar 8€ en 2029. Ese recargo se suma a la tasa turística catalana, que se prevé que aumente hasta un máximo de 7€ por noche para hoteles de cinco estrellas.
La recaudación de estas tasas se destina a necesidades muy concretas.
En toda Europa, el dinero generado por las tasas turísticas financia desde la protección ambiental hasta vivienda pública, programación cultural y grandes eventos.
Los ministros británicos sostienen que su versión se reinvertirá de manera similar y que, si se fija en un nivel razonable, tendrá impacto mínimo en las cifras de visitantes.