En la parroquia de Silgueiros se encuentra la aldea de Póvoa Dão, junto a Viseu. El pueblo se vende bajo la promesa de revitalizar la región y "poner a Póvoa Dão en el mapa".
"Imagine adquirir una aldea entera, preservada en el tiempo y rodeada de la naturaleza del valle del Dão". Así es como el anuncio de venta de la histórica aldea de Póvoa Dão, en el distrito Centro de Portugal, vende su privilegiado entorno.
La aldea, situada en la parroquia de Silgueiros, en el distrito de Viseu y junto a la ciudad homónima, está a la venta en una subasta que se está celebrando actualmente. Por ahora, el valor de puja se sitúa en 1.500.000,00 euros en una venta que finaliza el 5 de diciembre.
La propiedad está valorada en unos 1,7 millones de euros. Tiene una extensión de unas 100 hectáreas, con casas de estilo tradicional de la Beira Baixa, algunas en ruinas. También cuenta con una capilla, restaurante, aparcamiento**,** zonas comunes, espacios exteriores ajardinados e incluso una pista de tenis. Al menos así lo describe el subastador Leilosoc, que añade que el pueblo también ofrece "acceso directo al río Dão, con playas fluviales y vistas impresionantes".
El subastador hace hincapié en las posibilidades de la región, con potencial para el desarrollo de un "ecoresort o pueblo turístico de lujo, un "desarrollo enoturístico" o incluso un "condominio rural sostenible". El valor del metro cuadrado habría superado por primera vez en Portugal los 2.000 euros, según las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística. La subasta aún no ha terminado, pero ya está dando sus frutos, al menos desde la perspectiva de quienes conocen bien el terreno.
"Póvoa Dão vuelve a estar en el mapa"
"Ya hemos conseguido algo fantástico, que es que se vuelva a hablar de Póvoa Dão", bromea Rui Mendes, presidente de la Junta Parroquial de Silgueiros, sobre la subasta para vender el pueblo. "Pase lo que pase, para nosotros ha vuelto a poner a Póvoa Dão en el mapa", añadió. Pero para el pueblo, la operación de compraventa no es exactamente nueva.
La última vez que ocurrió fue en 1995, cuando la adquirió la constructora Ramos Catarino, con sede en Cantanhede, por unos 400.000 euros. La constructora invirtió cerca de 3,5 millones de euros en la rehabilitación del lugar, con la restauración de unas 32 casas, un restaurante, piscina y pista de tenis.Algunas de las casas se iban a vender y otras se iban a destinar al turismo.
"La gente alquilaba casas, la gente iba al restaurante, la gente iba al bar, que también tenía bar... Sí, dio vida a Silgueiros", explica Rui Mendes. "Trajo dinamismo, trajo alegría porque había gente de diferentes partes del país, con diferentes costumbres. Y eso es básicamente lo que nos gustaría que volviera a ocurrir en Póvoa Dão", afirma el presidente de la junta parroquial.
El proyecto turístico fue inaugurado en 2004 por el entonces ministro de Economía, Carlos Tavares, marcando el renacimiento de la aldea, abandonada durante muchos años debido al fenómeno nacional del éxodo rural. Pero la histórica aldea vuelve a buscar nuevos propietarios, después de que el grupo Catarino se declarase oficialmente en concurso de acreedores en octubre de este año, tras un largo proceso para intentar salvarla que llevaba en marcha desde 2016. Para Silgueiros, a quien venga solo se le pide que venga para bien.
"Todo depende del objetivo", explica Rui Mendes. "Imagino que la subasta tendrá un comprador y ese comprador se preocupará de revitalizar el pueblo para el turismo, rehabilitar las casas para venderlas, lo que sea. Si se hace este trabajo, será estupendo porque el pueblo, de una forma u otra, volverá a tener gente, volverá a tener vida: la vida que tenía cuando estaba en pleno funcionamiento", afirma.
Una joya en la parroquia de Silgueiros
Actualmente desierta, la historia de la aldea cuenta otras cosas. "No se sabe con certeza cuándo se creó la antigua aldea medieval de Póvoa, pero se sabe que en las averiguaciones que se hicieron en 1254, en tiempos del rey Afonso III, esta aldea ya existía, entonces con el nombre de Póvoa da Jusã. Forma parte de la parroquia de Silgueiros, también muy antigua, cuya parroquia fue creada en 1186, exactamente durante el período de transición entre el rey Afonso Henriques y su hijo don Sancho I". declara a 'Euronews' António Lopes Pires, historiador y actual presidente de la Asociación Passos de Silgueiros.
LaJunta de Freguesia destaca el pueblo como "representativo de los asentamientos más antiguos atravesados por una calzada romana, que forma parte de las Rutas Romanas del Dão". Esta calle, que habría conducido a Roma, "era la única calle de la aldea en la que estaba prohibido por los propios vecinos hacer un muladar". Como usted sabe, no hace muchos años, en Portugal, todas las aldeas tenían un estercolero, que era una forma de obtener estiércol para utilizar en la tierra", explica el historiador sobre los antepasados de esta aldea agrícola. Este habla con orgullo del municipio de Silgueiros, una parroquia con 37 kilómetros cuadrados, 18 aldeas y cerca de tres mil habitantes.
Según explica, esta aldea "llegó a tener 150 habitantes a finales del siglo XIX, que fueron desapareciendo poco a poco en busca de otras tierras y otra vida, como ocurrió en muchas partes de Portugal". La restauración de la aldea tras su venta en 1995 le dio otra vida. "Fue una restauración muy cuidadosa. Se restauró con los materiales adecuados, todo como debía ser, de modo quela aldea quedó como una verdadera joya, restaurada como antes.En aquella época aún tenía dos residentes", explica el historiador.
En la actualidad sólo quedan algunas segundas residencias y dos o tres dedicadas al alojamiento local. "No hace mucho conocí allí a una joven angloparlante, desconozco su nacionalidad, que estaba tomando el sol en una de esas casitas de granito, hoy destinadas al alojamiento local", cuenta António Lopes Pires. "A ver, me encantaría ver renacer Póvoa Dão. Me tomo muy a pecho estas cosas de la historia y de nuestra parroquia, y me gustaría verla revivir", confiesa.