Miles de australianos han participado en una marcha en el día de la fiesta nacional de su país, que muchos han llamado "Día de la invasión" por los abusos cometidos contra la población aborigen.
La protesta pidiendo justicia para esta comunidad se ha producido en grandes ciudades como Sidney, Brisbane, Melbourne o Canberra.
Algunos manifestantes llevaban banderas aborígenes y entonaban eslóganes reivindicando la propiedad de los nativos de las tierras.
El día nacional conmemora en Australia la llegada de la armada británica con barcos de presos y la colocación de su bandera señalando su intención de formar allí una colonia. Los organizadores de la protesta han pedido que el festivo sea eliminado.
