Miles de personas se manifestaron en el centro de Jerusalén, pidiendo al gobierno que acepte un acuerdo de alto el fuego con Hamás que liberaría a decenas de secuestrados.
La multitud marchó por el centro de Jerusalén y se reunió cerca de la residencia del primer ministro Benjamín Netanyahu. Muchos tocaron bocinas, sostuvieron carteles con fotos de los rehenes, corearon consignas contra Netanyahu y le pidieron que dimitiera y convocara elecciones.