Después de la huida de Bashar al Assad, un grupo de sirios entraron en el palacio presidencial, donde el mandatario vivía con su familia antes de huir a Rusia, y se llevaron cuadros, sillas y objetos de lujo.
Siria, maltratada por casi 14 años de división y enfrentamientos bajo una brutal guerra civil, se enfrenta a una ardua tarea para forjar su nuevo futuro tras 24 años del Gobierno de Bashar al Assad.