La serpiente de 82,8 metros, que pesa unas dos toneladas, fue llevada por unas 500 personas a lo largo de una ruta de cinco kilómetros en el pueblo de Sekikawa, en la prefectura de Niigata, en una procesión que duró casi tres horas.
Su longitud fue elegida para conmemorar un desastre hídrico ocurrido el 28 de agosto de 1967. Reconstruida este año por primera vez en ocho años, la serpiente atrajo a grandes multitudes, con espectadores animando mientras se enrollaba en el final del desfile.
Los niños la describieron como poderosa y aterradora, mientras que los participantes dijeron que pesaba mucho, pero la atmósfera festiva era alentadora.