En Guéhenno, Francia, una docena de casas resultaron gravemente dañadas en cuestión de minutos, mientras los residentes describían ventanas rotas y techos arrancados.
Tres personas sufrieron heridas leves, entre ellas un hombre y su pareja, que fueron lanzados dentro de su casa móvil, la cual terminó a cientos de metros de distancia.
Un granero que albergaba 30 vacas se derrumbó y los agricultores reportaron importantes pérdidas en maquinaria y edificios.
Las autoridades priorizaron la restauración del suministro eléctrico y la reparación de los techos dañados, ya que los daños ascienden a cientos de miles de euros.